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Banco Popular

Por Tony Espinal

Altice

Observando el manejo económico retrospectivo tras la culminación del régimen doctor Balaguer en 1996; y en ese contexto ¿cuál fue la política monetaria que siguieron los nuevos inquilinos de la mansión presidencial? Sobre todo, el doctor Leonel Fernández, (1996-2000) y el ingeniero Hipólito Mejía, (2000-2004).

 Ambos aplicaron y manejaron las políticas económicas del país conforme a las concepciones y discrepancias que establecieron sus libritos. En ese orden, es pertinente hacer un breve análisis comparativo para determinar quién apagó la estufa y quien vació la nevera. Y con ello, despojar a los sectores más empobrecidos de los bienes elementales que les permitan llevar una vida digna y saludable como seres humanos.

 Para conocer en profundidad en que consistió la política económica puesta en ejecución por los dos mencionados ejecutivos del Estado Dominicano.  Tomamos en consideración algunos indicadores económicos difundidos por el Banco Central y profesionales del área económica.

Así pues, y conforme al economista e ingeniero Ramón Núñez Ramírez, en su artículo publicado el 11 de agosto del 2011 en el periódico digital acento.com, la política económica ejecutada por el doctor Fernández, en su gestión (1996-2000), creció a una tasa promedio de 6.8 %. Y más aún, al final del mandato, (entre 1999 y 2000), el producto interno bruto (PIB) creció en 10.9 %.  El mencionado autor se lamentó de que el gobierno de Hipólito Mejía, que heredó una economía vigorosa y estable, no fue capaz de mantenerla en el 2001 y su crecimiento, la de Hipólito Mejía, fue de apenas 1.8%.

Todavía más, la ejecución económica del agrónomo Mejía Domínguez en el período gubernamental concerniente al (2000-2004), la tasa de crecimiento acumulada del PIB se situó en un 8.3%, similar a un promedio anual de apenas un 2.0%, esto es, un crecimiento despreciable dentro de todos los periodos comparados.

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 Y más aún, el peor desempeño de esa gestión se estableció en el año el 2003, con una contracción negativa del PIB del orden de un 1.3 %.

En lo referente al mandato doctor Fernández, (1996-2000), la inflación se mantuvo en un promedio anual de 7.14 y la entregó en agosto en apenas 3.07; esa situación generó un comportamiento favorable de precios que creó un clima de estabilidad y firmeza económica que constituyó la base que sirvió de estímulo a las actividades productivas, según el autor antes citado.

En cambio, en el gobierno de Hipólito Mejía, y así lo afirma el economista José Herrera, (2001-2004) la relación de la inflación instituyó un desorden, un desajuste y una perturbación de los precios. De ahí que la relación de la inflación es como sigue: en el 2001 de 4.38 %, en el 2002 de 10.51 %, en el 2003 un descomunal y asombroso de 42.66 % y en el 2004 de un 28.74 %, para una media de 21.6 %.

 Yo convengo con otros economistas que sostienen que la política económica ejecutada por el doctor Leonel Fernández garantizó la evolución de los precios y esto se reflejó en un crecimiento moderado de la base monetaria y el  déficit  fiscal poco significativo -0.4 % del PIB.

Así que, y conforme a los fundamentos y razonamientos de otros profesionales de la economista, la gestión del doctor Fernández, (1996-2000), objeto de comparación, fue vigorosa y estable con un saludable desempeño macroeconómico, en cambio, Miguel Ceara Hatton, afirmó, en su artículo publicado el 15 de agosto de 2016, en acento.com, que el siglo XXI empezó en la República Dominicana con una grave crisis financiera en el 2003-2004.

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El profesional de la economía explica en su artículo antes mencionado que el resultado de esa crisis financiera contribuyó al deterioro de las condiciones materiales de existencia de los dominicanos. Destaca que los niveles de pobreza monetaria alcanzaron casi a la mitad de la población. Igualmente, que en el 2001 y 2004 se produjo una gran inflación, el nivel de precios se duplicó. Además, una fuerte devaluación y el desempleo alcanzó un máximo de 18.4% en el 2004, lo que acarreo que 724 mil personas pasaran a ser desempleadas. Y el PIB real percapita cayó en -2.5 %.

A fin de cuentas, y analizando los datos económicos de las ejecutorias del doctor Leonel Fernández (1996-2000) y la que presidió el ingeniero Hipólito Mejía Domínguez (2000-2004); no cabe la menor duda de que el guapo de Gurabo puso en práctica una política económica de exterminio y de aniquilación de las clases media y baja de la población.

Esto evidencia y demuestra con datos fehacientes e irrefutables que quien inició la acción o ejercicio de apagar la estufa y vaciar la nevera se le atribuye a Hipólito Mejía Domínguez en la gestión del PRD, y, hoy, el PRM está reeditando la política económica ejecutada por el agrónomo Mejía Domínguez. Puesto que, la política económica puesta en vigencia por el presidente Luis Abinader Corona continúa lacerando y lesionando la deteriorada situación económica de los desamparados e indefensos hijos de Quisqueya. 

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