José Alfredo Espinal
Santiago, R.D. – En política, dicen muchos, que 2+2 no son cuatro. Otros afirman que una cosa es con violín y la otra es con guitarra. Son refranes populares que indican que lo que se ve no es, y lo que parece posible resulta lo contrario. Es la interpretación de cada quien, de acuerdo a su conveniencia y punto de vista muy particular.
Pero hay otros dichos tan populares como los primeros que la gente tiende a prestarle mucha atención, tales como: El que pega primero, pega dos veces, cuando el río suena es porque agua trae y, además, causar una primera buena impresión.
Son muchos de estos adagios presentados como otros que pudieran añadirse a los que la gente podría interpretar de una situación particular como la ocurrida el domingo 1 de octubre con la celebración de las primarias del Partido Revolucionario Moderno (PRM).
Y es que el proceso electoral interno de ese domingo tumbó altares de la oposición que apostó a la caída del partido de gobierno. Aquí se agrega el refrán, “se les fue el tiro por la culata”.
Resulta más difícil vaticinar qué pasará en las elecciones municipales, congresuales y presidenciales del 2024 a lo que ya pasó con las primarias del PRM. Analizar el pasado siempre será más sencillo.
Del 2024 se desprenden muchos vaticinios, pero de las primarias del PRM se afirma con datos que movilizaron a las urnas a 1, 026,047 militantes para votar en un 90.79 % por el presidente Luis Abinader, allanando así el camino a su reelección, como fue publicado por ahí por un diario de circulación nacional.
La oposición olvida que el 2024 ya no es el 2020. Hace cuatro años el PRM ganó con sus promesas y compromisos de generar un cambio, que se ha estado logrando en todo el país. Actualmente, ya el PRM no basará su campaña solamente en lo que hará, sino en lo que ha hecho, lo que está en desarrollo y lo que aún falta por hacer.
Se cayó el eco de la oposición de que el PRM no sabe gobernar. Darle el frente a una pandemia, a una guerra Rusia-Ucrania, un fenómeno natural y la crisis con Haití, entre otros procesos turbulentos, está demostrando que el partido de gobierno está preparado para salir airoso ante cualquier eventualidad.
Con la obra de gobierno del PRM, el ambiente de unidad que vive su dirigencia y militancia con el resultado de las primarias internas que ganó limpia y democráticamente el presidente Abinader, si la oposición fuese un pollo, es muy difícil que llegue a ser gallo.