SANTO DOMINGO. La costumbre de aplaudir puede ser tan antigua y extendida como la propia humanidad. Casi siempre este ejercicio se realiza para denotar cierto grado de aprobación. Entre los dominicanos, por ejemplo, se ha creado la tradición de efectuar esta acción tras un aterrizaje exitoso, ya sea al llegar a tierras extranjeras o al momento de pisar suelo nacional.
Ante la inquietud generada por diversos grupos de la sociedad, de por qué los dominicanos aplauden al aterrizar un avión, el reconocido psicólogo César Mella, explica que este es un ejercicio respiratorio y circulatorio, que generalmente viene a consecuencia de una tensión acumulada y el cuerpo lo libera por medio del aplauso, coincidiendo con el descenso de la aeronave.
Para el psicólogo, el aplauso tras un aterrizaje provechoso o equilibrado, parece ser una marca país de los dominicanos. En primer lugar para festejar que aunque se estaba en peligro, estando a miles de pies de altura, se logró sobrevivir. Otro componente que motiva este acto, es que casi siempre es más efusivo cuando se regresa a la República Dominicana que a la salida, debido a la sensación de felicidad que causa el reencuentro con seres queridos.