Baní, RD.- La Iglesia católica, junto a los sectores organizados de la sociedad banileja, expresaron este jueves su preocupación por los acontecimientos de violencia y criminalidad que se expresan aquí, sin que las autoridades competentes apliquen acciones que controlen el flagelo de los puntos de drogas, el crimen organizado y las ventas de bebidas alcohólicas en colmadones, Sin control de horarios ni límite de ruidos.
En rueda de prensa convocada en el Centro Parroquial de la catedral Nuestra Señora de Regla, el obispo Víctor Masalles expresó que al pueblo banilejo y a la iglesia les preocupa la sensación que se tiene de que la delincuencia y las drogas les quedan grande a la mano de la justicia “porque son patrocinadas por quienes deberían combatirla”, expresó el prelado.
“El pueblo tiene la sensación de que a la justicia se le ha escapado el control del orden público”, manifestó, Masalles.
En una amplia convocatorio que reunió representantes de los diferentes sectores de la sociedad banileja, empresarios, comerciantes, profesionales, juntas de vecinos, clubes de servicio, entre otras, el obispo de Baní expresó que el pueblo banlejo, caracterizado por ser honesto, limpio, trabajador, está profundamente preocupado por el brote de la delincuencia que azota la ciudad en los últimos años, “pero sobre todo por los acontecimientos de violencia ocurridos recientemente en Baní que han provocado la indignación de toda la ciudadanía”, dijo con firmeza el prelado.
Dijo que es por esta razón que las organizaciones e instituciones de la provincia Peravia han decidido dar un paso al frente para recordarles a las autoridades el rol que deben jugar, “si es que queremos devolverle a Baní el sitial que se ha ganado con mucho sudor y esfuerzo”, exclamó.
Por eso, aseguró, que el pueblo banilejo levanta la voz ante estos acontecimientos desagradables, que provocan intranquilidad a la sociedad en general, “y no vamos a permitir que nuestra provincia quede en las manos de unos pocos delincuentes y antisociales y, todo esto, bajo la indiferencia de las autoridades”, señaló Masalles, con el aplauso de decena de asistentes a este encuentro.
Entre las organizaciones que acompañaron al obispo de la Diócesis de Baní, Ocoa y San Cristóbal, Víctor Masalles, estuvieron la Asociación de Productores de Mangos, Unión de Comerciantes, Colegio de Abogados-filial Baní, Cámara de Comercio y Producción, Federación de Juntas de Vecinos de la Zona Norte de Baní, entre otras.
Los deportados
Con relación a las declaraciones que diera recientemente el presidente Danilo Medina, de que los deportados son parte responsable del problema de la delincuencia que azota el país; el obispo de Baní expresó que esa es una actitud pesimista que no comparte con el primer mandatario.
Dijo que reconocer que los deportados nos dominan, “es reconocer que nos ganaron la batalla; entonces nos fuñimos”, expresó con tristeza Masalles.
Dijo que frente a este problema, el Estado lo que tiene es que establecer políticas de seguimiento a esa gente, políticas de reinserción social, porque al final de cuentas los que vienen no son de marte ni de júpiter ni de la luna, son dominicanos que delinquen por allá y vienen aquí hacer lo mismo.
Explicó que lo que falta es seguimiento, ubicar esa gente y ver que hacen.
Machete y el Cowboy de la Cocaína
Con relación a la presencia en el país de Julián Alberto Mosalve Jiménez (Machete), y de Willy Falcón (el Cowboy de la Cocaína), dijo que esos casos se dan este país por la falta de controles firmes y efectivos en migración.
Se preguntó que cómo es posible que en el país se establezcan extranjeros sin que nadie se interese en aplicar mecanismos de depuración que les digan a las autoridades quién es esa persona que viene a establearse aquí.