El Sr. Neney Cabrera, expresidente ejecutivo del PRD y su socio Miguel Vargas Maldonado, como presidente del PRD, fueron los artífices en la empresa conspirativa de vender el PRD a Leonel Fernández y de transformar el otrora y glorioso partido en una entelequia bisagra al servicio del mejor postor, salió premiando en el gobierno del cambio al ser nombrado ministro de Estado sin Cartera y encargado de la Dirección General de Programas Especiales de la Presidencia.
Este mismo señor Neney Cabrera y su otro socio y amigo el alcalde del PLD de Santiago Abel Martínez quien le otorgara en el año 2016, de grado a grado, la administración del Vertedero de Rafey por 20 años a través de la compañía de su propiedad Cilpen Global, la cual ha manejado millonarios recursos, después de destruir a la Asociación de Buzos del vertedero de Rafey sumiendo en una crisis humanitaria a 400 familias que vivían precariamente de esta actividad.
La expropiación del trabajo de los Buzos de Rafey y de sus equipos -montacargas, trituradora, y compactadora-, fue a sangre y fuego, matando a un Buzo e hiriendo a varios, cárceles y persecución para el presidente Juan Rosario y para todos, la expulsión definitiva del vertedero de Rafey.
La labor que realizaban los dignos trabajadores en el vertedero de Rafey, los Buzos, de clasificación manual de los residuos sólidos para el reciclaje, no le costaba un centavo a la administración pública y ahora le cuesta al gobierno y a la alcaldía de Santiago sumas millonarias sin que hasta la fecha se haya producido un kilo de abono orgánico ni un kilovatio de energía del famoso relleno sanitario.
Que fabuloso negocio y que dicha la de Neney Cabrera
Estos son los ejemplos fehacientes de la corrupción de nuestra clase política que se han hecho multimillonarios haciendo negocios con el Estado dominicano, usando las concesiones, los contratos leoninos en contra del Estado, como el famoso peaje sombra , el Banco de Reserva, la protección y cobro del peaje al narcotráfico; y todo tipo de mafias en la Seguridad Social, en el combustible y en todos las políticas sociales que se distorsionaron para el robo de los recursos del Estado, sumiendo en más pobreza al pueblo dominicano.
El presidente Luis Abinader ha sido cloro y categórico en que los políticos y funcionarios corruptos deben pagar las consecuencias morales y penales de sus actos y se deben rescatar todas las fortunas robadas y lavadas de estos señores.
Por Franklin Rosa
