La primera dama de Francia, Brigitte Macron, y su esposo, el presidente Emmanuel Macron, han dado un paso sin precedentes al presentar una demanda por difamación en Estados Unidos contra la influencer conservadora Candace Owens, quien aseguró que Brigitte nació hombre y difundió otras teorías conspirativas.
El caso fue interpuesto en el estado de Delaware, en una extensa demanda de 218 páginas en la que los Macron alegan que Owens ha causado un “daño sustancial” a su reputación al propagar contenidos falsos y maliciosos, sin retractarse pese a múltiples advertencias.
La demanda afirma que Owens incurrió en “difusión intencional de ficciones extravagantes y difamatorias”, como la afirmación de que Brigitte Macron es en realidad un hombre llamado “Jean-Michel Trogneux”, y que Emmanuel Macron es resultado de un supuesto experimento de control mental de la CIA.
Estas teorías, que han circulado en redes sociales desde 2021, se intensificaron con la publicación por parte de Owens de una serie titulada Becoming Brigitte (Convirtiéndose en Brigitte), compuesta por ocho episodios dedicados a sostener el falso relato de un cambio de género de la primera dama.
El abogado de la pareja presidencial, Thomas Clare, declaró que Owens ha tenido oportunidades de corregir sus dichos, pero en cambio ha optado por burlarse de los Macron, lo que motivó a la pareja a llevar el caso a juicio con jurado en EE.UU., buscando una compensación por los perjuicios causados.
La demanda enfatiza que, más allá de los daños emocionales y sociales, los Macron han tenido que invertir recursos considerables para enfrentar las consecuencias públicas de las declaraciones de la influencer y restaurar su imagen personal y política.
Candace Owens, de 36 años, es una figura destacada del ala conservadora estadounidense, conocida por sus críticas al movimiento Black Lives Matter, su apoyo al expresidente Donald Trump y su oposición al progresismo político y social. Está casada con George Farmer, empresario británico e hijo de un influyente político del Reino Unido.
La influencer ha utilizado plataformas digitales para amplificar su mensaje y atraer millones de visualizaciones, lo que, según la denuncia, le ha permitido monetizar una narrativa construida con datos falsos y motivaciones sensacionalistas.
El texto legal asegura que Owens se benefició deliberadamente del escándalo que sus publicaciones generaron, utilizando la figura de Brigitte Macron como vehículo para ganar notoriedad en su plataforma independiente y aumentar su número de seguidores.
Además de alegar difamación, los Macron acusan a Owens de crear una campaña de acoso sistemático en contra de Brigitte, centrando ataques en su apariencia, entorno familiar, y pasado personal, con el objetivo de ridiculizarla y generar desinformación global.
La demanda recuerda que esta teoría conspirativa tiene sus orígenes en 2021, cuando una vidente francesa lanzó las primeras acusaciones sin fundamento en redes sociales. Brigitte Macron respondió entonces con una demanda en Francia, la cual ganó inicialmente, pero fue revocada en apelación.
La nueva acción legal representa un esfuerzo internacional por detener la expansión de este tipo de campañas que, en palabras de los Macron, “trivializan el derecho a la privacidad y a la verdad”, y buscan establecer un precedente sobre los límites de la libertad de expresión frente a la difamación.
De ser aceptado el proceso, tanto Brigitte como Emmanuel Macron estarían dispuestos a comparecer en persona ante los tribunales estadounidenses, lo cual subraya la seriedad del caso y su intención de obtener justicia en un contexto internacional.
La batalla legal pone en el centro del debate la responsabilidad de los creadores de contenido en internet y los peligros de difundir teorías conspirativas que, además de falsas, pueden causar daños personales y políticos significativos.
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