Casa Blanca frena la legalización de la marihuana en EE.UU. mientras estados avanzan
Washington (EFE). En un contexto donde varios estados de Estados Unidos avanzan rápidamente hacia la legalización de la marihuana, la Casa Blanca ha decidido frenar este proceso. Además, intenta revertir algunas políticas, generando desconcierto entre gobiernos locales y empresas que ven en el cannabis una fuente significativa de ingresos.
California inaugura 2018 legalizando la marihuana recreativa
El año 2018 comenzó con una celebración histórica para los consumidores de marihuana en California, uno de los estados más liberales del país. Al dar la medianoche, muchos ciudadanos optaron por encender un porro en lugar de un tradicional beso, marcando el inicio oficial del uso recreativo legal de la marihuana.
Esta legalización no solo supuso un cambio social, sino también económico. Se estima que para 2020 el negocio del cannabis en California podría generar ventas cercanas a los 7.200 millones de dólares y recaudar aproximadamente 1.000 millones en impuestos.
Las imágenes en televisión mostraban autobuses convertidos en “fumaderos” y largas filas frente a dispensarios, cuyos dueños celebraban la alta demanda. Muchos esperaban ansiosos para comprar una onza (28,3 gramos) de esta preciada hierba.
Apoyo popular y legislativo a la legalización del cannabis
Según Morgan Fox, portavoz del Proyecto Político de la Marihuana (MPP), “la gran mayoría de los estadounidenses apoya legalizar el consumo de marihuana para adultos”. Además, destacó que los legisladores locales reconocen que es el momento de adoptar políticas sensatas en este ámbito.
Contraste en Washington: Trump frente a la tendencia estatal
Mientras California celebraba, en Washington D.C. el presidente Donald Trump evaluaba cómo detener una tendencia que ya ha llevado a la legalización del cannabis en ocho estados y a la despenalización en otros catorce.
Este movimiento comenzó en 2012 cuando Colorado y Washington decidieron usar su autonomía estatal para legalizar el uso recreativo de la marihuana. En 2013, el entonces presidente Barack Obama aprobó una directriz que permitía a los estados legislar sobre esta materia, siempre que no entrara en conflicto con leyes federales, especialmente las relacionadas con la salud pública.
Nuevo giro federal: Departamento de Justicia endurece postura
El actual gobierno federal ha reabierto el conflicto con los estados. El pasado jueves, el Departamento de Justicia emitió un memorándum que ordena a los fiscales federales perseguir toda actividad relacionada con la marihuana, reafirmando la legislación federal contra la droga.
El fiscal general, Jeff Sessions, declaró que “es misión del Departamento hacer cumplir las leyes, mientras que las directrices previas minaban este cumplimiento y la capacidad de nuestros socios locales y estatales para hacer cumplir la ley”.
Confusión y críticas por la nueva política federal
Morgan Fox advierte que la legalización siempre ha sido un tema tanto estatal como federal, y lamenta que Washington pueda desperdiciar recursos en una batalla legal contra negocios legítimos que pagan impuestos. Esta lucha solo genera “confusión” y dificulta la claridad normativa.
Ejemplo de discordancia: Vermont avanza pese a directrices federales
Un caso emblemático ocurrió en Vermont, pocas horas después del anuncio de Sessions. La Cámara baja estatal aprobó, con 81 votos a favor y 63 en contra, la venta de pequeñas cantidades de marihuana a mayores de 21 años.
Aunque la medida aún debe ser ratificada por el Senado, el gobernador republicano Phil Scott expresó su intención de sancionar la ley, independientemente de la postura del presidente Donald Trump y su partido.
Este choque entre el gobierno federal y los estados refleja la tensión actual sobre la regulación del cannabis en Estados Unidos, un tema que sigue generando debate y expectativas en todo el país.
