La comunicación es uno de los aspectos fundamentales para que cualquier relación funcione, y la de padres e hijos no es la excepción. Aunque para muchos padres saber escuchar y hablar con sus hijos es algo que se da de forma natural, la realidad es que hay otros para los que supone todo un reto. En este último caso es cuando se hace necesario implementar estrategias que ayuden a fomentar la buena comunicación para consolidar el vínculo familiar.
Tal y como explica el neuropsicólogo y terapeuta familiar Oom Blanco (@oom_blanco), el punto clave para que los hijos se sientan lo suficientemente seguros como para hablar abiertamente sobre lo que piensan y lo que les pasa con sus progenitores es crear desde el inicio una relación de confianza, en la que se les enseñe con acciones lo que se espera de ellos. Esto, dice, conlleva tiempo, el cual es distinto para cada familia.
Pretender ser los mejores amigos de sus vástagos es una conducta que muchos padres adoptan, lo que el especialista señala como un error. “Hay una etapa en la que no podemos ser amigos de nuestros hijos, puesto que no saben hacer uso adecuado de su libertad, razón y de las realidades externas”, explica.
A eso agrega que, pasada esa fase de desarrollo, hay que dejarlos que aprendan de sus elecciones y aprovechar las oportunidades de diálogo. “Debemos escucharlos, preguntarles y contar experiencias de nuestros errores y aciertos, ser los primeros en tocarles temas importantes e ir explicando según sus edades y capacidad”, dice.
Otro aspecto que destaca para fomentar la buena comunicación es escuchar sin juzgar. Si bien es normal que existan y sucedan malentendidos y discusiones, hay que aprender a elegir el momento oportuno y hasta el lugar adecuado para conversar. Dialogarlo entre la pareja o con alguien de confianza antes de plantear la situación y recordar que también se pasó por esa etapa, explica, son un buen inicio para mantener conversaciones sin alterarse.
¿Cuáles estrategias aplicar para que los hijos compartan incertidumbres y percepciones? El experto sugiere a los padres colocar el tema y las inquietudes, siempre según su nivel de madurez y desarrollo, lo cual puede ser mediante una película, una serie de televisión, un video o incluso un chiste. “No podemos esperar a la preadolescencia para dialogar con ellos. Cuando esto se da, los temas e inquietudes surgen casi espontáneamente y siempre con alguno de los padres o miembro de la familia”, dice.
Hablar de educación sexual, una necesidad
La educación sexual y reproductiva es un tema que sigue siendo tabú para muchos padres; sin embargo, el experto indica que se trata de un tema que debe abordarse desde el núcleo familiar. “El cuerpo es el medio con el que aprendemos y aprehendemos la existencia exterior a nosotros, es un universo en constante intercambio con otro universo. Es obligatorio que los eduquemos para que ellos sepan que es suyo, cómo funciona, por qué y qué hacer en distintos casos”, explica Blanco.
Dado que los padres son los encargados de enseñarle a sus hijos a cuidarse íntegramente, dice que es importante crear consciencia en ellos sobre las consecuencias biológicas, psicológicas y sociales de la práctica sexual a destiempo.
Sobre los momentos adecuados para hablar, dice que lo más oportuno es dejar que se den de forma espontánea, y no establecer horarios específicos para hacerlo. “Se puede platicar en el desayuno, almuerzo, cena, de camino a casa, de ida al ballet o al instituto, después del juego de pelota, cuando termine de ver una serie de televisión… Lo demás es camisa de fuerza y es pesado”, concluye.
