El Mirador
Por Luis Céspedes Peña
Al Presidente Nicolás Maduro, de Venezuela, parece que le llegó el tiempo de que lo saquen del poder, porque según las informaciones internacionales, perdió en las pasadas elecciones.
La drástica versión de Edmundo González, al que la mayoría de los países del mundo reconoce como el Presidente electo, de que este día 10 asumirá sus funciones en la propia Venezuela, deja claro que las Fuerzas Armadas, sostén de ese gobierno, están divididas, y que nuevos comandantes acompañarán al líder opositor.
¡No hay dudas de que el opositor lleva en sus bolsillos un gobierno elaborado! La estrategia militar recomienda que si un Presidente, que se afirma perdió las elecciones, pero se niega a traspasar su mandato, el que se considera ganador, apoyado mayoritariamente por las actas de votaciones, se establecerá en otro lugar seguro.
A eso hay que agregarle que González, muchos de sus colaboradores, gobernantes o ex mandatarios, llegarán a Venezuela acompañados de fuerzas militares extranjeras, las cuales se unirán a los nuevos comandantes con sus tropas. Si eso no ocurre, el plan de González de asumir la Presidencia, fracasó. Si González se instala, a Maduro y otros irían al exilio.
El hambre y otras gravísimas necedades que sufre Venezuela, unidas a más de ocho millones de venezolanos que andan chocándose por calles de otros países, buscando sobrevivir, incluyendo a República Dominicana, es insoportable.
Estamos escribiendo de uno de los países más ricos del mundo en petróleo. La pregunta es: ¿A dónde van a parar los millares de millones de dólares por concepto de ventas de ese carburante?
Estados Unidos, con Joe Biden como Presidente, en los días que le quedan en el poder, parece que está decidido en sacar del poder a Maduro.
Los ejercicios militares realizados en Colombia, con la participación de Estados Unidos, podría ser parte de un plan de asalto bien estructurado. ¡O desde la frontera con Venezuela, ser soportes de acciones militares a favor del opositor González!
La versión de que este 10 de Enero, día de otra toma de posesión de Maduro y Edmundo González, supuestamente elegido para suceder al primero, porque todo parece indicar que el pueblo votó en contra del gobierno, Venezuela será liberada.
No hay dudas de que el Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, tiene como propósito liberar a Venezuela y hacer todo lo posible para apresar a Nicolás Maduro, antes de que éste pueda asilarse, para llevarlo a su país y aplicarle todos los cargos criminales que ya existen en su contra. ¡Ese es el propósito!
El problema que tiene Maduro es que su popularidad es muy baja. ¡No es el comandante Hugo Chávez Frías, que asumió la dirección de una nación sumida en la pobreza, fruto de la corrupción, que posee el grado de ser una de las potencias petroleras, que sus recursos los usó para mejorar la calidad de vida de millones de venezolanos, pero él murió pobre!
Chávez es recordado por la mayoría de venezolanos, porque trabajó a favor de los más necesitados. Y ayudó a la mayoría de países en desarrollo, como la República Dominicana, a los cuales les fiaba el petróleo para que le pagaran con habichuelas u otros productos que esa nación producía con déficit.
Maduro ni soluciona la mayoría de los problemas de su país, ni tampoco colabora con las naciones vecinas que requieren de su petróleo. Esa es una de las razones que tiene a casi todas las naciones de América Latina en contra.
Y, a parte de Estados Unidos, también tiene a la mayoría de los gobiernos europeos en contra. Todas esas debilidades nos conducen a pensar que el régimen de Nicolás Maduro está llegando a su fin. ¡No sabemos si el día 10 ó cuándo!
