La República Dominicana nace al mundo definitivamente libre y soberana la noche del 27 de febrero del año 1844. Esto ocurría después de 22 años de dominación haitiana sobre nuestro pueblo. Uno de los padres de la Patria organizado en la sociedad secreta “La Trinitaria”, Ramón Mella Matías lanzó en la Puerta del Conde, en Santo Domingo, Distrito Nacional, el trabucazo que marcaba el inicio de nuestra guerra de independencia. Juan Pablo Duarte, el padre de la Patria, había sido el gran ideólogo de nuestra independencia, bajo el Lema, “Dios, Patria y Libertad’.
Desafortunadamente 17 años después, perdimos nuestra independencia y retrocedimos al dominio del imperio español, el 18 de marzo de 1861, fecha en la que el entonces presidente de la República, el general Pedro Santana, en un hecho que lo marcó para siempre, anexó la República Dominicana a España convirtiendo así el país en una provincia española.
Es bueno señalar, que Pedro Santana fué siempre un enemigo de los patriotas dominicanos que trabajaron por nuestra independencia. Durante su mandato se encargó de fusilar, de meter presos o hacer salir al exilio a todos aquellos que lucharon y se esforzaron para lograr nuestra independencia del dominio haitiano, incluyendo al Padre de la Patria, Juan Pablo Duarte, quien tuvo que abandonar el país para salvar su vida, muriendo en Venezuela desterrado el 15 de julio de 1876. Desde entonces hemos experimentado la traición de presidentes que después de electos, se han burlado de la voluntad popular, gobernando en camarillas coaligadas para el saqueo y la expoliación del pueblo.
Hoy, 16 de agosto, se cumplen 158 años del inicio de la guerra patria para restaurar nuestra independencia. Esta lucha implicó para nuestro pueblo pelear desde el año1863 a 1865 en contra de los ejércitos del imperio español.
La convicción de ser libres y soberanos como nación, y el valor de nuestro pueblo, se puso de manifiesto cuando el 2 de mayo de 1861 un grupo de dominicanos se reveló en contra de las autoridades españolas en el poblado de Moca, tomando el cuartel militar, aunque luego fueron atrapados y fusilados por órdenes de Pedro Santana.
Unos 45 días después de la anexión a España, el prócer Francisco del Rosario Sánchez penetró al país, haciéndolo a través de Haití, con el propósito de organizar la lucha para derrocar el Gobierno al servicio de España, pero fue herido en su intento al caer en una emboscada, siendo atrapado un día después junto a un grupo de patriotas que lo acompañaban, y al día siguiente, es decir, el 4 de julio de 1861 fueron pasados por un Consejo de Guerra encabezado por el General Domingo Lazala, que los sentenció a muerte, siendo todos fusilados en el Cercado, San Juan De la Maguana, el día 4 de julio de 1861.
A dos años del dominio español, la situación se deterioraba para los dominicanos, los cuales eran segregados y tratados de manera despectiva por parte de las autoridades españolas. Frente a la crisis económica y a los altos impuestos que aplicaban las autoridades españolas para la importación de mercancías, lo cual provocaba pérdidas monetarias para muchos comerciantes locales. Ante estos abusos aparecieron líderes, tales y como Santiago Rodríguez y Gregorio Luperón, que el 16 de agosto de 1863 iniciaron una ofensiva plantando una bandera dominicana que implicaba el inicio de la guerra liberadora.
A pesar de que el gobernador Pedro Santana al servicio del imperio español enfrentó en la localidad de Arroyo Bermejo al Ejército restaurador, fue derrotado y obligado a regresarse a Santo Domingo.
Un nuevo gobernador español puesto al mando el 15 de mayo de 1864 reorganizó las tropas españolas, pero esta nueva vez fueron derrotadas por el Ejército libertador, por lo que en 1865 el gobernador español José de la Gándara, solicitó a la reina española permiso para negociar la derrota, cosa que le fue concedida.
Derrotados los españoles decidieron entonces abandonar el territorio nacional, por lo cual las tropas dominicanas el 10 de julio de 1865 entraron triunfantes a la ciudad capital, terminando así con éxito la guerra restauradora de la independencia dominicana.
En 177 años de haber nacido la República y a 158 de la guerra de la restauración, hemos tenido dirigentes políticos tradicionales sin alma y sin corazón. Gente que llega al poder solo para beneficiarse de manera particular y para beneficiar a sus grupos de poder, mientras el país sigue sumido en el endeudamiento externo, la carencia en los servicios públicos de salud, el desempleo y el subempleo, un pésimo sistema educativo, el desorden que representa la dilapidación de los dineros que el pueblo paga en impuestos, con una nómina publica súper-abultada, así como la corrupción administrativa por parte de los funcionarios públicos que todo lo que compran o hacen lo sobrevaloran para robarle dinero al pueblo, con total impunidad.
Llegamos hoy, a un nuevo aniversario de la restauración de la independencia nacional, con el Lic. Luis Abinader Corona cumpliendo su primer año de gobierno.
Su triunfo electoral despertó en el pueblo grandes esperanzas de cambios. Cambios que el pueblo ha estado esperando por años, y que ha sido promesa permanente de los candidatos presidenciales de los partidos tradicionales. Pero hoy, el pueblo aún sigue frustrado. Sigue creciendo en el país la injusticia social, la pobreza y la marginalidad. Parece que este gobierno también decidió gobernar para los más ricos, olvidándose de las necesidades del pueblo. Pero bien, ya habrá, un 2024.
Por Ismael Reyes Cruz
Presidente del PDI