Ha pasado de alojarse en los hoteles más lujosos de Manhattan con solo 28 años a dormir en la infame prisión de Rikers Island
Nueva York (AFP).- Su juicio aún no ha terminado y Netflix y HBO ya están preparando sendas series sobre la historia de esta joven alemana, que a sus 28 años y con pocos recursos logró llevar un disparatado tren de vida durante casi un año en Nueva York, haciéndose pasar por una rica heredera alemana.
Anna Sorokin, conocida en Nueva York como Anna Delvey, actualmente está siendo juzgada por una serie de fraudes que le permitieron recabar 275.000 dólares con múltiples engaños y fundirse rápidamente la mayor parte de ellos.
Llegada a la ciudad más grande de Estados Unidos a principios de 2016, esta joven de aspecto ruso y con rostro juvenil se alojó en diversos hoteles de lujo de Manhattan y sus empleados se quedaron impresionados por su aplomo. El gerente del hotel The Beekman ha explicado cómo desapareció después de 16 noches en el hotel, dejando una deuda de más de 11.000 dólares.
Su historia la dio una fotógrafa de Vanity Fair que se había hecho amiga de Anna Sorokin… hasta que se convirtió también en una de sus víctimas
Tal y como había hecho previamente en París, donde fue becaria en la revista Purple Fashion, se mezcló rápidamente con las celebridades de moda de Nueva York, algunas de las cuales la integraron en sus círculos.
Anna Sorokin, hija de un camionero ruso llegado a Alemania cuando ella tenía 16 años, se había inventado un personajeAnna Delvey, hija de una rica heredera alemana. Para mantener su lujoso estilo de vida, Anna Sorokin logró un préstamo del banco estadounidense City National y también cobró una serie de cheques falsos.
Pero sus proyectos eran mucho más ambiciosos y se centraban en la creación deun club nocturno exclusivo con un toque de galería de arte. Asegurando de estar al frente de un patrimonio de 60 millones de euros, Anna Sorokin intentó infructuosamente lograr un crédito de 35 millones de dólares para financiar proyecto, después de haber convencido a un poderoso promotor para que le ofreciera locales en la prestigiosa Park Avenue.
Siempre luciendo una presencia impecable, también convenció a la aerolínea Blade para que le alquilara un jet privado para ir a Omaha (Nebraska), para asistir a la conferencia anual del inversor Warren Buffett. Dejó una factura impagada de 35.000 dólares.
Su historia se dio a conocer a través de un artículo de la revista Vanity Fair que escribió una fotógrafa de la publicación que se había hecho amiga de Anna Sorokin… hasta que se convirtió también en una de sus víctimas: después de haberse alojado con la joven en el legendario palacio marroquí “La Mamounia”, se vio obligada a pagar la cuenta de más de 62.000 dólares.
El gerente del hotel The Beekman ha explicado cómo desapareció después de 16 noches en el hotel, dejando una deuda de más de 11.000 dólares
Sorokin lleva un año y medio encarcelada en la infame prisión neoyorkina de Rikers Island y está siendo juzgada por delitos que podrían comportar hasta 15 años de prisión.
El juicio comenzó a finales de marzo y su abogado, Todd Spodek, citó para la célebre canción de Frank Sinatra para referirse a la vida de Sorokin en Nueva York: “If I can make it there, I can make it anywhere” (“Si puedo lograrlo allí, lo puedo lograr en cualquier parte”).
”Anna tuvo que meter el pie en la puerta para tener una oportunidad en la vida”, dijo la abogada a la jueza, Diane Kiesel. En el juicio ha intentado negarse varias veces a presentarse aduciendo que el atuendo elegido por su estilista personal no era de su agrado. ”¡No es un desfile de modas!”, se exclamó finalmente el juez, exhausto con la actitud de la acusada.
Los derechos de la historia de Vanity Fair han sido adquiridos por la directora y actriz Lena Dunham, quien hará una serie para el canal de cable HBO.
También los de otro artículo publicado en la revista New York han sido adquiridos por la famosa productora Shonda Rhimes, para otra serie, esta para Netflix.
