Por Luis Céspedes Peña
Félix Jiménez (Felucho), acusa al ex Presidente Leonel Fernández de ser el responsable de las derrotas del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) en las elecciones pasadas, haciendo un mal cálculo de la suma, porque el 37 por ciento de los votos correspondió al aspirante presidencial de los morados, Gonzalo Castillo, y el 8% a la Fuerza del Pueblo, los cuales hacen una cantidad de 45, que no es el 50 más uno para ganar.
El gran perdedor no es el presidente Danilo Medina ni Gonzalo Castillo, sino Leonel Fernández, porque abandonó al poderoso PLD porque supuestamente se le hizo fraude en las Primarias Abiertas, en las cuales logró la cantidad de 884 mil 630 votos, pero luego en las elecciones sólo logró 342 mil 612. Así quedó establecido que Leonel era un gran líder, pero apoyado por el PLD.
¡Entonces no hubo fraude!, sino que la mayoría apoyó a Gonzalo y así volvió a demostrar en los comicios del 5 de Julio, quedando en un peligroso segundo lugar para la oposición que gobernará el país en los días próximos, porque los abstencionistas peledeístas, que sí fueron los que evitaron el triunfo, en un determinado momento se les sumarán al 37%, para constituirse en la poderosa maquinaria política que fue el PLD antes de las elecciones.
Leonel no apoyó el acuerdo planteado por el Presidente Medina, para que la esposa del ex gobernante, Margarita Cedeño, fuese la candidata presidencial de la unidad del PLD. ¿Y ahora qué?
En conclusión, Leonel perdió a su PLD, contribuyó a la salida del poder de la vicepresidenta Margarita Cedeño, su esposa, y estará apoyado por la Fuerza del Pueblo, que obtuvo un 8.9% de los votos. En esas condiciones, Leonel no tiene la mínima esperanza de retornar al poder, porque ya le está llegando lo peor, como serán las masivas cancelaciones de empleados públicos, los cuales lo acusarán de ser responsable de la pérdida de sus empleos, sin importar que sus votos ayudaran o no a la derrota del PLD, debido a que en la mente de los despedidos el ex Presidente de la República será el principal culpable, aunque en realidad los problemas ya estaban ahí.
Felucho y los demás que así se expresan, saben que el compromiso de Leonel era ganar las elecciones, no ayudar a ganar al PLD. Hay muchos dirigentes de los máximos organismos del PLD, que no quieren reconocer que son los responsables de las dos derrotas electorales, porque abandonaran la base morada que era, así lo decimos, la que mantenía la entidad en el poder.
La totalidad de los miembros o miembras de la base del PLD no votó, como castigo a la mayoría de sus gobernantes. Ya lo escribimos antes, la mayoría de los votos obtenidos por el PLD, fue la que sumó el Presidente Medina con las Visitas Sorpresas, los conseguidos por Gonzalo y un pequeño grupo de valiosos dirigentes de los máximos organismos de direcciones de esa organización política.
A muchísimos funcionarios, que se endiosaron, se les olvidó el camino donde viven los pequeños y medianos dirigentes del PLD! En el Noveno Congreso Nacional de esa organización política, debe nacer un nuevo liderazgo de jóvenes y personas “maduras”, para cambiar a la mayoría de los que ni siquiera eran capaces de recibir las llamadas telefónicas de los más necesitados de ese conglomerado, los cuales fueron desamparados por el poder. Los dirigentes y simpatizantes del PLD deben prepararse para ejercer su poder en el Noveno Congreso Nacional, tratando de escalar a mejores posiciones.
¡Todos los compromisos de la base se lo dejaron al Presidente Danilo Medina, al candidato presidencial Gonzalo Castillo y a un pequeño grupo de funcionarios que estuvo dando la cara hasta el último día, como fue el caso de una parte de los santiagueros!
¿Cómo se podía esperar que los dirigentes de la base hicieran el trabajo político para ganar, si ni siquiera fueron tomados en cuenta para el desarrollo de los planes sociales del gobierno. ¡Con las manos vacías? ¡Y ya no hablar más del abandono de la mayoría de medios de comunicaciones vinculados al PLD!
Con esa situación, la crisis provocada por el coronavirus, con la mayoría de los principales dirigentes agachados esperando que los otros trabajaran para luego ellos seguir disfrutando del poder, con un Partido Revolucionario Moderno (PRM) que fue capaz hasta de provocar la cancelación de las elecciones municipales y lograr que la Junta Central Electoral le prohibiera al Presidente Danilo Medina inaugurar obras del Estado, sin ser candidato, el PLD obtuvo el 37% de los votos. ¡Está a un paso de retomar el poder! Y si el gobierno del PRM comienza a golpearlo será peor para los oficialistas.
El nuevo gobierno tendrá que actuar con mucha cautela en contra del PLD, porque de lo contrario, el país se pasará los cuatro años de crisis en crisis.
El propio Presidente Medina declaró que los votos que obtuvo Gonzalo Castillo fueron el fruto de su trabajo, porque lo dejaron solo en la campaña electoral. Nosotros diríamos casi solo, porque hubo un pequeño grupo, entre los cuales estuvieron Ramón Ventura Camejo, José Ramón Fadul, Francisco Domínguez Brito, Danilo Díaz, Antonio Peña Mirabal, Abel Martínez, Silvio Durán, Fernando Rosa y otros, que se entregó a favor de la causa por la victoria, aunque no se logró.
En el caso de Santiago, al PRM no le fue muy bien. Es importante que el próximo Presidente Luis Abinader, que es un gran empresario, no se deje arrastrar de un grupo de fanáticos que hay en el PRM que buscan usarlo como un persecutor político. Si hay que aplicarle la Ley a cualquier violador, que se haga con honestidad.
Pero Abinader debe recordar que ya cuatro años son como cuatro meses. Antes, cuando llovía casi a diario en el país, como ocurría en las décadas de los 40, 50, 60 y parte del 70, los días parecían semanas, porque la mayoría de personas no podía salir de sus hogares. ¡Hoy es como un abrir y cerrar los ojos!
Al Presidente Salvador Jorge Blanco, del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), durante su gobierno de 1982-86, se le advirtió ser cuidadoso con las recomendaciones que le estaban haciendo muchos de los principales dirigentes de su tendencia, para que metiera preso al ex jefe de Estado Joaquín Balaguer.
Aunque nos desempeñábamos como encargado de Prensa para el Cibao del ex Presidente Jacobo Majluta, departamento que coordinaba Marcos Martínez, Jorge Blanco y quien escribe éramos amigos, además de ambos ser de orígenes tamborileños, por lo que manteníamos una buena relación.
Salvador no apresó a Balaguer, que gobernó el país por decenas de años, pero para complacer a dirigentes de su tendencia, le prohibió usar un helicóptero para la campaña electoral del período 1986-90, lo que motivó que el ex gobernante sufriera de permanentes diarreas a causa de su avanzada edad, trasladándose en su carro o una camioneta por el país visitando lugares montañosos.
Como encargado de los periódicos Hoy y El Nacional que era, a partir del 84, me asignaron cubrir los recorridos de Balaguer en el Cibao, además de las actividades de Majluta. En 1986, para culminar la campaña electoral, Balaguer hizo uno de sus recorridos más grandes de la historia en un día, usando una camioneta o su carro, que abarcó a Navarrete, Esperanza, Mao, Santiago Rodríguez, Villa Vásquez, Montecristi, Dajabón y concluyó en el Lucilina-Bar de Tamboril, donde hubo un masivo acto de apoyo a su candidatura presidencial.
Balaguer, abatido por el cansancio por no poder utilizar un helicóptero por la prohibición presidencial, estando sentado en la mesa principal de ese último acto, ya de noche, evacuó de manera inesperada una diarrea que hubo que llevarlo rápidamente a la letrina móvil que acompañaba al candidato presidencial y cambiarle todas sus vestimentas. ¡Imagínese usted la situación ambiental que se produjo en ese local cerrado!
El mayor general Luis Pérez Bello, jefe de la seguridad del Presidente Balaguer, en ese momento candidato, se dirigió al sitio donde estábamos los periodistas, para explicarnos que el ex mandatario estaba sufriendo de problemas estomacales por los continuos viajes en carro o la camioneta, algo que él no estaba acostumbrado, pues siempre usaba un helicóptero.
¡Un Presidente debe actuar con convicción y serenidad, no por la presión de anarquistas! Retornó nuevamente a la Presidencia de la República el doctor Balaguer en el 86 y lo primero que hizo fue cobrarle a Jorge Blanco lo que él consideró como un abuso de poder, metiéndolo preso y con una condena de 20 años de prisión. Murió como un preso domiciliario acusado de corrupción en perjuicio del Estado, aunque la realidad fue que éste último, para poder costear las medicinas de su enfermedad, tuvo que vender hasta su casa en Santiago.
Pero es importante decirle a Luis Abinader que debe estar preparado, porque los que hoy lo adulan, mañana, es casi seguro, que por una u otra razón que su gobierno no pueda complacer las demandas de muchos de sus dirigentes, serán los primeros en ocupar el Palacio Nacional, las Gobernaciones Provinciales, las casas de funcionarios, el Congreso Nacional y otras instituciones. ¡Y las protestas no cesarán!
¡Gracias por leernos!