Con más mujeres que hombres, esperanza de vida desigual y una estatura promedio superior, las letonas enfrentan grandes retos para formar relaciones estables
Riga, Letonia – Letonia, una nación báltica con apenas 1.8 millones de habitantes, se encuentra en el centro de un fenómeno demográfico que afecta especialmente a sus mujeres: la dificultad para encontrar pareja. Según el Banco Mundial, en 2023, el 53.68% de la población del país era femenina, mientras que solo el 46.32% era masculina. Esta diferencia de casi 8 puntos porcentuales va más allá de una simple cifra estadística; representa un reto social y emocional para miles de mujeres letonas.
La socióloga Baba Bela explicó a la BBC que Letonia tiene “la mayor desproporción entre hombres y mujeres” en Europa, con 100 mujeres por cada 84 hombres. Esta diferencia ha provocado que muchas mujeres, especialmente las más jóvenes, educadas y exitosas, enfrenten serias dificultades para encontrar pareja, e incluso teman quedarse solas de por vida.
A esto se suma una diferencia preocupante en la esperanza de vida: los hombres en Letonia viven en promedio 70.1 años, mientras que las mujeres alcanzan los 79.9 años. Esta brecha de casi 10 años, según el portal oficial de estadísticas letonas, intensifica el desequilibrio de género, ya que muchas mujeres sobreviven por largo tiempo a sus posibles parejas.
Las causas de esta alta mortalidad masculina se concentran en accidentes de tránsito, enfermedades asociadas al alcoholismo y accidentes laborales. Entre los 30 y 40 años, los hombres tienen una tasa de mortalidad tres veces superior a la de las mujeres, un dato que revela una profunda vulnerabilidad del género masculino en el país.
En la vida diaria, esto se traduce en una realidad complicada para muchas mujeres. Dana Lucía, influencer con más de un millón de seguidores en YouTube, compartió su experiencia diciendo que en Letonia “hay 16 mujeres que quedan sin nadie”, lo que ha generado un debate viral sobre el desequilibrio amoroso en el país.
Dace, una joven letona entrevistada por la BBC, afirmó que “las chicas realmente guapas están solas… si son inteligentes”. La paradoja que describe señala que, a pesar de los logros académicos y profesionales de muchas mujeres, encontrar pareja estable sigue siendo una tarea difícil, especialmente para aquellas que desafían los estereotipos tradicionales.
Parte del problema se remonta a la historia del país. La Segunda Guerra Mundial y décadas posteriores de migración afectaron gravemente la población masculina. Muchas mujeres emigraron en busca de mejores oportunidades, lo que dejó una sociedad aún más desbalanceada en términos de género.
Esta realidad ha obligado a muchas mujeres letonas a buscar pareja fuera de las fronteras del país. Dace relató que varias de sus amigas han tenido que iniciar relaciones con extranjeros debido a las escasas oportunidades de establecer vínculos en Letonia.
Un dato curioso que influye en este fenómeno es que las mujeres letonas son, en promedio, las más altas del mundo, con una estatura media de 1.70 metros. Aunque esto no debería ser una barrera, algunas mujeres aseguran que su estatura puede intimidar a los hombres o reducir las opciones dentro de su entorno social.
Este fenómeno tiene también implicaciones económicas y sociales. En el ciclo 2022–2023, el 60% de las matrículas en instituciones de educación superior fueron ocupadas por mujeres, lo que demuestra su liderazgo en el ámbito académico. Sin embargo, esto no se traduce en estabilidad emocional ni en relaciones de pareja duraderas.
A pesar del acceso a mejores oportunidades educativas y laborales, muchas mujeres expresan frustración por no encontrar compañeros sentimentales que estén a la altura de sus aspiraciones o con quienes compartir sus logros personales.
En este contexto, Letonia representa un caso de estudio donde la igualdad de oportunidades no ha eliminado las barreras sociales y emocionales que enfrentan las mujeres. El desafío es complejo y multifactorial, y exige una reflexión profunda sobre los efectos del desequilibrio de género en la vida cotidiana de una nación.
Mientras tanto, muchas mujeres letonas siguen apostando por su desarrollo personal, conscientes de que, aunque el amor puede tardar, su crecimiento individual no puede esperar.