Franklin Rosa
Todo parece indicar que el patrón de traslado de los huracanes en la cuenca del Atlántico se hace cada año más impredecible y el aporte pluviométrico de estos fenómenos a la zona del Caribe se hace cada año más escaso y las Antillas Mayores como Cuba, Santo Domingo y Jamaica sufren en los dos últimos lustros un déficit pluviométrico cada vez mayor.
Las Antillas Menores y Puerto Rico se encuentran en la frontera de la ruta perdida y constituyen un valladar donde los huracanes cambian su ruta este-oeste por un noreste o casi un norte franco alejándose de la ruta tradicional de la cuenca del Caribe en ruta hacia Centro América y el Golfo de México.
Puerto Rico ha sufrido los impactos de los últimos huracanes en su nueva ruta. Los meteorólogos y lo científicos señalan el cambio climático como la causa principal de una serie de fenómenos que han cambiado sus comportamientos como son el gradiente de presión en la atmósfera, la corriente de vientos globales, los vientos alisios y los anticiclones que se forman en las latitudes superiores están doblegando los huracanes, ralentizando sus movimientos, parándolos por días, cambiando su curso y alejándolos de la vieja ruta de la cuenca del Caribe.
El último huracán que impacto la zona del Caribe y el país fue Olga en el año 2007, desde esa fecha pasan al norte del país alejándose de nuestras costas y previamente impactando a Puerto Rico que lo he considerado como el punto de giro en su ruta este- oeste tomando casi un norte franco.
En la comunidad científica se está hablando de una nueva ruta de los huracanes al oriente del atlántico alejado de la franja tropical y que fue tipificado por el huracán Pablo en esta temporada ciclónica, las ondas tropicales que se formaron cerca del continente africano no tuvieron el empuje de viento ni las condiciones para evolucionar como huracanes y colocarse en la vieja ruta del Caribe y estos viraron hacia el norte tomando las profundidades del mar Atlántico.
En esta temporada ciclónica se ha confirmado esta nueva tendencia y a pesar de estar sobre la media el número de ciclones formados.
Ninguno afectó el área de la cuenca del Caribe y en particular a la isla de Santo Domingo.
El déficit pluviométrico que ha sufrido nuestro país en el último lustro es consecuencia del cambio climático y sería una gran tragedia para la economía nacional si esta situación se hace irreversible.
Llamamos al gobierno y a las instituciones públicas y privadas a que encaren con responsabilidad los problemas que está generando el cambio climático y que convoquen a los expertos ecologistas y ambientalistas para abordar esta terrible situación.