El Ministerio Administrativo de la Presidencia, a través de la Comisión Permanente de Efemérides Patrias, el Ministerio de Defensa, la Alcaldía y Gobernación de Monte Plata conmemoraron el 158 aniversario de la Batalla de Arroyo Bermejo, en el parque del Ayuntamiento de Monte Playa, donde las tropas comandadas por Gregorio Luperón derrotaron al imperio español.
El acto inició a las 8:00 de la mañana con el enhestamiento de la Bandera Nacional y del Himno Nacional a cargo de la Banda de Música de la sexta Brigada del Ejército de República Dominicana, seguido de la lectura de la Orden del Día, y los honores militares de estilo en honor al General de División, Gregorio Luperón. Luego se depositaron las ofrendas florales por parte de diversas instituciones, al compás con el Toque de Ofrenda.
Las palabras de bienvenida fueron pronunciadas por Rafaela Javier Gomera, Gobernadora civil de Monte Plata. También hizo uso de la palabra Altagracia Herrera de Brito, alcaldesa de Monte Plata.
En tanto, Juan Pablo Uribe, presidente de la Comisión Permanente de Efemérides Patrias, al ofrecer el discurso de rigor dijo que, la batalla de Arroyo Bermejo, 29 de septiembre de 1863, representa el triunfo nacional-universal de la fidelidad a un ideal que es a su vez la fidelidad propia como substratum del patriotismo aquí tratado: la Restauración de la República. La misma, mancillada, burlada y traicionada por infieles al principio altísimo de la dominicanidad, encuadrado ya, 17 años antes en el grito libertador del 27 de febrero.
El comunicador y filósofo sostuvo que La batalla de Arroyo Bermejo, traza una escalada restauradora de bríos desafiantes triunfales que bosqueja la seriedad guerrera de los dominicanos sumergidos en las llamas de un ideal que no tenía vuelta atrás en el despliegue flamígero de la historia. Por eso Pedro Santana, nombrado jefe de las tropas coloniales, parte de Santo Domingo hacia Santiago para detener la insurrección social, militar, anticolonial, increscendo, ignorando que el polvo de la derrota tendría el sabor de su traición.
Continuó explicando que “En ese tiempo, para llegar al Cibao debía pasar por Bayaguana y Monte Plata, franquear la Cordillera Central por ese paso llamado el Sillón de la Viuda y luego llegar a Cevicos, Cotuí, San Francisco de Macorís, Moca y por último Santiago. Allí, el gobierno restaurador en armas era la misión bélica del Marqués de las Carreras, titulo ominoso para un hombre de la independencia, que fue abortada por la acción vencedora de las tropas restauradoras al mando del joven, recio e inteligente general Gregorio Luperón”.
Uribe finalizó su discurso destacando que los acontecimientos de Arroyo Bermejo; encuentro, combate, derrota y triunfo, en el suelo montés de una media isla caribeña, puede ser válida metáfora para cualquier experiencia combativa en la especificidad planetaria de la historia, en la que se contradicen y se enfrentan tajantemente la fuerza de la traición y su carga de villanía, ruindad e infamia; con la fuerza de la lealtad a un noble principio y su alforja de dignidad, honor e hidalguía.
El acto concluyó con la reseña histórica de la gesta, que estuvo a cargo del Coronel Sócrates Suazo Ruiz, ERD, Director de Historia del Ministerio de Defensa.