En escabrosas confesiones a detectives de homicidios del cuartel 34, el dominicano Kelvin Valdez, presentado la semana pasada ante una jueza en la Corte Suprema estatal de Manhattan detalló como asesinó a su ex novia, Jaslynn Peña y la arrendataria de la habitación donde ella vivía, Belkis Cruz, diciéndole a la policía y los fiscales que la mató porque ella lo había dejado y ya no lo quería.
Valdez, según reveló el Ministerio Público ante la jueza April Newbauer también dijo que antes de asesinar a las dos mujeres, se había drogado con cocaína y comprado dos cuchillos el día antes de los homicidios.
La magistrada lo dejó preso sin derecho a fianza.
Ultimó a puñaladas a las víctimas en el apartamento de un edificio de la avenida Sherman en el vecindario Inwood del Alto Manhattan el 27 de abril de este año.
Valdez, de 27 años, confesó además a los investigadores que primero asesinó a Cruz, de 51 y luego a Peña, de 37 para después escapar de la escena a través de la escalera de incendios, pero fue capturado a menos de cuadra del edificio por policías que fueron enviados a la escena.
“Jaslynn quería dejarme”, les dijo Valdez a los detectives de homicidios en el cuartel 34 menos de 12 horas después de su arresto.
“La apuñalé porque no quería estar conmigo”, admitió en confesión grabada. “Ella trató de alejarme, saqué el cuchillo. Apuñalé a la señora Cruz. Jaslynn empezó a gritar pidiendo ayuda. Ella me dijo que me fuera, hablamos, empezamos a discutir, me dijo que no me amaba. Y yo también la apuñalé”.
Cruz, le rentaba una habitación a Peña en su apartamento donde vivieron juntas por varios años, después que Peña se divorciara del esposo para tener la relación tóxica y fatal con Valdez.
Siguió viviendo en el apartamento porque Cruz se enfermó y se quedó para ayudarla.
Cuando le rentó la habitación le dijo que estaba huyendo de Valdez, pero lo recibía con frecuencia.
Los cuerpos de ambas mujeres fueron descubiertos después de que el superintendente de mantenimiento del edificio llamó a la policía y reportó haber visto sangre filtrándose en el pasillo por debajo de la puerta principal del apartamento.
La policía dice que Valdez había sido denunciado varias veces por Peña a la que regularmente golpeaba y maltrataba.
Valdez fue arrestado 45 minutos después de los asesinatos.
Tenía cocaína, un cuchillo, cinco botellas de medicamentos recetados y el teléfono celular de Cruz.
Valdez, quien tiene un historial de apuñalar personas cuando pierde los estribos, dijo que compró dos cuchillos el día antes de los asesinatos para perpetrar los crímenes.
“La otra mujer trató de decirme que me fuera. Primero apuñalé a la mujer mayor. Apuñalé a Jaslynn en segundo lugar. Las apuñalé a los dos”, confesó Valdez. “Entré al baño y lavé la sangre, salí por la escalera de incendios. Traté de limpiar”.
Una de las mujeres fue encontrada boca abajo con múltiples puñaladas en el cuerpo, el cuello, el estómago y la cara.
Los fiscales dijeron que la otra víctima estaba acostada boca arriba, con heridas de cuchillo en el estómago y cortes profundos en los brazos y el cuello.
Por Miguel Cruz Tejada