La dominicana Teresita Rosario, de 59 años de edad y egresada en 1988 de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM) y quien llevaba 35 años en Estados Unidos, fue estrangulada con dos cables USB de computadora y asfixiada con una bolsa plástica que le cubría la cabeza, cuando policías de El Bronx, hallaron su cadáver al pie de una escalera en un edificio de ese condado y por lo que se mantiene una intensa búsqueda de su hijo Michael Marte Rosario, principal sospechoso del homicidio.
El Departamento de Policía de Nueva York (NYPD), anunció ayer martes una recompensa inicial de $2,500 dólares por información sobre la ubicación de Marte, de 29 años y quien fue captado por una cámara de seguridad pública de la policía, escapando del edificio escena del crimen con una maleta.
Los investigadores que, hasta el momento, Marte de quien sus familiares aseguran sufre de perturbaciones mentales, no ha respondido al llamado del NYPD para que se entregue a las autoridades y ser interrogado acerca del homicidio.
El NYPD está siguiendo los protocolos normales de la investigación, pero según parientes y vecinos de la difunta, todos los indicios y algunas evidencias apuntan a que fue el hijo quien asesinó a la madre.
Hubo cuatro llamadas al 911 reportando incidentes de violencia doméstica en el apartamento en el que convivían la víctima, su padre de 91 años y el hijo sospechoso de asesinarla desde septiembre de este año.
En su récord judicial figura un arresto en New Port Richey, Florida, en 2018 por posesión de marihuana y conducción bajo la influencia de esa droga.
Familiares, vecinos y allegados confirmaron que Marte es adicto a la marihuana y creen que frecuentemente presionaba a su madre por dinero para comprar la droga.
La hija de Teresita, una enfermera que reside en un poblado fuera de la ciudad, confirmó que ella llamó a un hospital debido a la conducta inestable de Michael para pedir que lo ingresaran el viernes pero se le dijo que no podían hacer nada en el fin de semana feriado de Acción de Gracias y que volviera a comunicarse el lunes de esta semana.
El viernes en la noche, el hijo habría asesinado a la madre y el cuerpo fue hallado el sábado.
La policía dijo que oficiales acudieron al apartamento para una supervisión de bienestar, lo que se hace rutinariamente en casos de hogares con violencia doméstica y cuando llegaron, encontraron el cadáver al pie de la escalera que da acceso al sótano, pero ya el hijo se había esfumado con la maleta.
Hasta el momento, la Unidad Alto al Crimen (Crime Stopper) del NYPD no ha difundido volantes, fotos ni videos del fugitivo.
El homicidio mantiene conmocionados a los residentes del área, mayoritariamente dominicanos y a los familiares cercanos de Teresita, describiéndola como una mujer trabajadora, alegre, sociable, amigable, sin conflictos y luchadora para levantar a su hija y el hijo.
Nuevos detalles de la investigación que afloraron ayer martes indican que Marte, regresó a Nueva York, dejando a su novia Jessica Bustos de 19 años de edad y la hija reciente de la pareja en Florida, en lo que él encontraba un trabajo, lo que logró también gracias al apoyo de su madre.
Los policías descubrieron el cuerpo el sábado a las 8:10 de la noche y los bomberos tuvieron que derribar una puerta.
La oficina del médico forense dictaminó homicidio por asfixia la causa oficial de la muerte de Teresita, aunque los investigadores dicen que hallaron manches leves de sangre.
Bustos quien volvió a Nueva York para seguir junto a Marte, habló con el tabloide New York Post, diciendo en la entrevista por teléfono que estuvieron juntos un año y tres meses.
“Estuvimos juntos durante un año y tres meses, estuvimos juntos 24/7, ni un segundo de diferencia durante cuatro meses. Eventualmente, quedé embarazada”.
La policía dice que llamadas desde el apartamento de la familia sobre violencia doméstica al 911 se hicieron después que Marte y Bustos se mudaron a vivir con la madre del hombre.
Los detalles sobre los incidentes de violencia domésticas no fueron aportados por la policía y tampoco se confirmó si hubo procesamientos por acusaciones.
Por Miguel Cruz Tejada
