El restaurante Oven and Tap ubicado en Bentonville (Arkansas, EE.UU.) despidió a una camarera tras recibir una propina de más de 2.000 dólares, informaron este viernes medios locales.
Ryan Brandt, junto con otra mesera, atendía una fiesta en el restaurante en el que había más de 40 personas. Cuando llegó el momento de pagar la cuenta, cada visitante dejó una propina de 100 dólares: un total de 4.400 dólares para las dos camareras. Grant Wise, uno de los asistentes del evento, indicó que llamó con antelación al local y preguntó por la política de propinas, para asegurarse de que todo iría bien. Así, se suponía que cada camarera recibiría 2.200 dólares.
Sin embargo, el restaurante le pidió a Brandt que compartiera la propina con otros compañeros de trabajo, lo que nunca había pasado antes durante los tres años y medio que laboró allí, asegura la joven. De esta forma, le quedaba solo el 20 % de la suma.
Pero esa no era la intención de Wise, quien pidió al local que le devolviera la propina y le dio el dinero a Brandt en la calle. Luego, el restaurante despidió a la camarera, argumentando que violó las reglas al contarle al cliente el tema de compartir la propina, según Brandt.
Sin embargo los propietarios de Oven and Tap, Mollie Mullis y Luke Wetzel, en una declaración por correo electrónico a KNWA, desmienten la versión de la exempleada. “La camarera que fue despedida varios días después de que el grupo cenara con nosotros no fue despedida porque decidió quedarse con el dinero de las propinas”, señala el texto.
Asimismo, Mullis y Wetzel reconocieron que el incidente podría haberse resuelto de otra forma, recordando a los empleados cómo van a repartir las propinas antes del evento. “Nuestra política siempre ha sido participar en un fondo común de propinas”, resumieron.