Por Ramón Mercedes
NUEVA YORK.- La ciudad de NY declaró oficialmente el 20 de agosto “Día de Harry Belafonte”, cantante, activista, humanitario y actor que rompió barreras raciales en Estados Unidos.
Nacido en Harlem en el 1927, Belafonte, de origen jamaiquino, es recordado por la generación de los años 50 y 60 en la RD por su éxito internacional “Banana Boat Song (Day-O)”. Escuchar: https://www.youtube.com/watch?v=lZABxj718uA
Falleció el 25 de abril de 2023 (96 años) en su apartamento, ubicado en la calle 155, en el Alto Manhattan.
Fue amigo, compañero y gran defensor de los derechos civiles junto a Martin Luther King. Participó en la Segunda Guerra Mundial, tomó clases de actuación junto a Marlon Brando, Tony Curtis, Walter Matthau, Beatrice Arthur y Sidney Poitier.
Alcanzó tal éxito que fue la primera persona de raza negra a la que se le permitió actuar en muchos lugares exclusivos de EE.UU., entre ellos algunos vetados para artistas como Louis Armstrong y Ella Fitzgerald.
El pasado domingo su familia recibió la llave de la ciudad, durante la 49.ª semana anual de Harlem, una celebración que se lleva a cabo desde 1974 y honra los ricos antecedentes del vecindario histórico y sus raíces afroamericanas, caribeñas, hispanas y europeas que han cultivado lo mejor en artes, cultura, entretenimiento, negocios y deportes.
“Fue el artista negro con mayores ingresos de la década del 50, que en 1957 vendió más discos que Elvis Presley y Frank Sinatra”, dijo durante el acto el actual vicegobernador de NY, Antonio Delgado.
“Él hizo todo esto y decidió no ir y disfrutar de la fama y contar su dinero”. Prefirió dar un paso adelante, subir al ring y hacer el trabajo para aprovechar su fama, fortuna, su poderosa voz para abogar por la igualdad racial y promover una variedad de causas cívicas y humanitarias”, indicó Delgado, ante una gran multitud de personas, reunida en la calle 135 con y Frederick Douglas Boulevard (Avenida Octava).
Durante una entrevista en el 2013, el ex presidente Leonel Fernández declaró que fue admirador de Belafonte, porque vivían a pocas distancias, cuando él siendo un jovencito (12 años) residía con su madre en el 200 W de la calle 95, entre las avenidas Ámsterdam y Broadway, y trabajaba, después de salir de la escuela, como “deliveryboy” en una bodega propiedad de un judío llamado Mister Mayer.
El cantante llamaba con frecuencia a la bodega para los “delivery” y a él le tocaba llevarlos en su turno, recibiendo propinas del famoso artistas, dijo.
Fernández recuerda que ya siendo presidente de la RD vino su hija a visitarlo al Palacio con motivo de un festival de cine “y le comenté que le llevaba “deliverys” a su padre y ella se lo contó a su progenitor cuando regresó a USA”.
“Luego, Belafonte vino a visitarlo y entre las conversaciones preguntó que cuánto le daba de tips (propina), pero le dije, ya no recuerdo, acompañado de una gran sonrisa. Fue un momento inolvidable”, sostuvo el ex presidente.