Facebook y la privacidad: ¿protección o riesgo para nuestras fotos íntimas?
La red social quiere marcar nuestras fotos comprometedoras para evitar su difusión, pero la falta de privacidad pone en duda esta estrategia. Sin privacidad, no hay verdadera seguridad.
El mito de sacrificar la privacidad por seguridad
Durante años, se ha repetido el argumento de que debemos renunciar a nuestra privacidad para garantizar la seguridad pública. Según esta teoría, los organismos gubernamentales necesitan acceso a nuestra intimidad para protegernos de amenazas y delincuentes. Así lo defendió Ed Giorgio, exasesor de seguridad de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), quien afirmó que “la privacidad y la seguridad son un juego de suma cero”. Es decir, si aumenta una, disminuye la otra. Sin embargo, esta premisa es falsa.
Dos casos recientes que reavivan el debate privacidad vs seguridad
Recientemente, dos episodios han puesto sobre la mesa la fragilidad de la privacidad digital. Por un lado, Facebook ha iniciado un programa piloto en el que solicita a algunos usuarios que envíen sus fotos desnudos para evitar que sean compartidas sin consentimiento. La empresa asegura que así puede bloquear su publicación en la plataforma.
Por otro lado, la NSA ha sido protagonista de múltiples filtraciones que cuestionan su capacidad para proteger información confidencial y la ética de sus métodos de vigilancia masiva. Esto plantea una pregunta clave: ¿existe algún espacio en Internet donde nuestros datos y fotos estén realmente seguros? ¿Realmente ceder privacidad significa ganar seguridad?
La NSA y la peligrosa acumulación de vulnerabilidades informáticas
Amparada en la justificación de proteger a los ciudadanos, la NSA ha desarrollado herramientas para espiar y piratear Internet. Además, almacenó en secreto numerosas vulnerabilidades informáticas sin alertar a los afectados, poniendo en riesgo a millones de usuarios. Estas fallas, conocidas como “vulnerabilidades de día cero”, son explotadas tanto por gobiernos como por delincuentes para acceder a sistemas, robar datos y espiar.
Expertos en ciberseguridad, como Bruce Schneier, han advertido que estas vulnerabilidades no solo permiten el acceso a agencias como la NSA, sino también a hackers malintencionados. A pesar de estas alertas, la agencia siguió acumulando brechas, lo que derivó en una grave filtración hace unos meses, cuando un grupo llamado The Shadow Brokers robó y comenzó a vender estas herramientas de pirateo.
Impacto global de las filtraciones de la NSA
Las consecuencias de esta filtración han sido devastadoras. Millones de ordenadores en todo el mundo han sido afectados por ataques de ransomware que bloquean equipos y exigen rescates, como el famoso incidente de WannaCry. Hospitales en Reino Unido, Estados Unidos e Indonesia han sufrido interrupciones graves, y miles de empresas han visto comprometida su seguridad.
Un panel del gobierno estadounidense concluyó que no hay pruebas claras de que las prácticas de la NSA hayan prevenido ataques terroristas, pero sí evidencia de que han incrementado los riesgos en la red. La lección es contundente: la privacidad es, en realidad, un pilar fundamental para garantizar la seguridad digital.
Facebook, el programa piloto y los riesgos de compartir desnudos
Facebook pide a algunos usuarios enviar desnudos para evitar la difusión no autorizada, pero esta iniciativa genera inquietudes sobre la privacidad y seguridad de las imágenes.
El sistema crea un hash -una huella digital única- para marcar las fotos y bloquear su publicación. Las imágenes se envían a través de Messenger, donde analistas las revisan y almacenan en una base de datos compartida con gigantes tecnológicos como Google y Twitter durante un “periodo corto” de tiempo.
Sin embargo, Messenger no es la plataforma más segura y no hay información clara sobre quiénes son estos analistas ni cómo se controla el acceso a estas fotos íntimas. Además, no se garantiza que las imágenes se eliminen realmente después del tiempo estipulado, lo que aumenta el riesgo de exposición.
¿Por qué desconfiar del programa de Facebook?
Guardar fotos tan sensibles en bases de datos compartidas por grandes empresas digitales, que obtienen beneficios económicos de los datos personales, pone en entredicho la privacidad prometida. Cabe recordar que Facebook fue fundada por alguien que comenzó su negocio clasificando a mujeres sin su consentimiento según su atractivo, lo que añade una capa más de desconfianza.
Tenga cuidado al entregar imágenes íntimas a empresas con antecedentes cuestionables en privacidad.
Conclusión: la privacidad es clave para una seguridad real
La mayoría de las veces, la privacidad es un medio imprescindible para garantizar la seguridad. Las políticas que la comprometen terminan debilitando también nuestra protección frente a amenazas digitales.
No permita que le convenzan de renunciar a su privacidad a cambio de una falsa sensación de seguridad. Defender su intimidad es una de las formas más efectivas de protegerse en el mundo digital actual.
La privacidad no es un obstáculo para la seguridad, sino su fundamento esencial.
Carissa Véliz es investigadora en el Uehiro Centre for Practical Ethics de la Facultad de Filosofía de la Universidad de Oxford.
Traducción de News Clips.