Santo Domingo, República Dominicana– El Banco Central de la República Dominicana (BCRD) informó que el indicador mensual de actividad económica (IMAE) mostró un significativo desempeño durante el pasado mes de diciembre al registrar un crecimiento interanual de 6.7 %, que combinado con la expansión acumulada de 4.9 % del período enero-noviembre, arroja un crecimiento del producto interno bruto (PIB) de 5.1 % para todo el año 2019, consistente con el crecimiento potencial.
Los resultados del año muestran que la economía dominicana reaccionó favorablemente a las medidas de flexibilización monetaria adoptadas a mediados de 2019, mediante las cuales el Banco Central de la República Dominicana redujo su tasa de interés de referencia en 100 puntos básicos al pasar de 5.50 % a 4.50 % anual y la Junta Monetaria dispuso la liberación de RD$34 mil millones de fondos del encaje legal. Estas medidas fueron determinantes para estimular el consumo y la inversión a través de préstamos canalizados a los sectores productivos, e impulsar el crecimiento de la economía sin poner en riesgo el cumplimiento de la meta de inflación.
Al analizar los resultados del PIB según las diferentes actividades económicas durante el año 2019, se observa que las de mayor crecimiento relativo en términos de valor agregado real fueron: Construcción (10.5 %), Servicios Financieros (9.0 %), Energía y Agua (7.4 %), Otros Servicios (7.1 %) y Transporte y Almacenamiento (5.3 %). Otros sectores que incidieron en el crecimiento del año fueron: Salud (4.3 %), Agropecuario (4.1 %), Comercio (3.8 %), Explotación de Minas y Canteras (3.4 %) y Manufactura Local (2.7 %).
Cabe señalar que el crecimiento de economía dominicana en el pasado año 2019 estuvo sustentando fundamentalmente por la inversión y el consumo del sector privado que explican más del 85 % de la demanda interna.
Comportamiento por sectores
La Construcción con su significativa expansión de 10.5 % se mantuvo como la actividad de mayor incidencia en el crecimiento económico del año 2019, impulsada por el desarrollo de proyectos de inversión públicos y privados correspondientes a viviendas de bajo y mediano costo, por la ejecución de obras en el sector turístico, comercial, energético, así como la construcción y remodelación de infraestructuras para el transporte terrestre y de vías de acceso en las zonas rurales. El dinamismo de la construcción también se refleja en el comportamiento del volumen de ventas de los principales insumos como son las estructuras metálicas (9.9 %), cemento (7.2 %) y el resto de materiales (19.5 %).
El crecimiento de 9.0 % en el valor agregado real de la actividad intermediación financiera estuvo estrechamente vinculado a la implementación de la política monetaria durante el recién transcurrido año 2019. Estas medidas de flexibilización dinamizaron el crédito privado en moneda nacional, el cual registró un aumento interanual de RD$104,304.0 millones, para un crecimiento de 12.0 %, superior al crecimiento del PIB nominal. Este aumento del crédito resultó ser un poco más de tres veces el monto liberado de encaje, dado el efecto multiplicador con recursos propios del sistema financiero.
En términos de la cartera de crédito al sector privado tanto en moneda nacional como extranjera cerró el año 2019 con un incremento interanual de 11.7 %, equivalente a un aumento de RD$127,668.4 millones, la mayor expansión anual de la historia de la economía dominicana para un año calendario. Se destacan el aumento del financiamiento al Consumo de los hogares (RD$40,720.9 millones) y la mayor canalización de préstamos a los sectores productivos como Construcción y Adquisición de Viviendas (RD$36,855.0 millones), Industrias Manufactureras (RD$11,326.7 millones) y Comercio (RD$3,160.0 millones), entre otros.
Por otro lado, la Agropecuaria registró una expansión de 4.1 %, comportamiento que obedece en gran medida a las políticas de apoyo al sector por parte del Gobierno Central del Presidente Lic. Danilo Medina Sánchez, así como por las facilidades de crédito otorgadas a través Banco Agrícola y asistencias técnicas otorgadas a los pequeños y medianos productores por parte del Ministerio de Agricultura y sus dependencias, que en su conjunto pudieron compensar parcialmente los efectos de la sequía que impactó diferentes zonas del país durante gran parte del año 2019.
Contexto internacional relevante
A los fines de valorar en su justa dimensión el crecimiento obtenido por el país en 2019, cabe puntualizar que el año recién transcurrido estuvo caracterizado por un entorno internacional convulso asociado a tensiones sociopolíticas y disputas comerciales entre las principales economías a nivel internacional, que indujeron una desaceleración sincronizada en la actividad económica en la mayoría de los países (90 % de la economía mundial experimentó un menor crecimiento en 2019) de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En efecto, las estimaciones del FMI indican que la economía mundial moderaría su crecimiento de 3.6 % en 2018 a 2.9 % en 2019. En cuanto a las economías avanzadas se espera que Estados Unidos de América termine con un crecimiento de 2.3 % en 2019, mientras que la zona euro se desaceleraría hasta 1.2 %.
Asimismo, las economías emergentes en su conjunto cerrarían el año creciendo en 3.7 %. De manera particular el crecimiento de China finalizó el 2019 en 6.1 %, su nivel más bajo en las últimas tres décadas, mientras que la India, luego de haber crecido en torno al 7.5 % en el pasado quinquenio, el FMI estima que terminaría en 4.8 % en el 2019. En cuanto a Rusia, crecería en 1.1 %, Brasil 1.2 % y Sudáfrica 0.4 %.
En lo que respecta a la región de América Latina y el Caribe, el FMI y la CEPAL proyectan un crecimiento de apenas 0.1 % para 2019, en gran medida por la desaceleración en las dos economías más grandes, Brasil y México, así como por la recesión experimentada por Venezuela, Argentina, Nicaragua y Ecuador. Con el crecimiento de 5.1 % alcanzado por la economía dominicana en 2019, el país se sitúa, una vez más, como el de más alto crecimiento en toda América Latina, con una expansión cincuenta veces superior al promedio de la región.
Un aspecto relevante a puntualizar es que el contexto internacional anteriormente descrito motivó la implementación de un conjunto de medidas de flexibilización monetaria por parte de los bancos centrales, incluyendo reducciones en las tasas de interés de política monetaria y programas de provisión de liquidez al sector privado, dentro de los que se destacan los implementados en Estados Unidos en la Zona Euro. Estas medidas monetarias de corte expansivo también tuvieron lugar en los países de América Latina, siendo el Banco Central de la República Dominicana el pionero en la región en responder oportunamente a la moderación esperada en el ritmo de crecimiento de la actividad económica.
Inflación
Es importante señalar que este desempeño de la economía se logró en un contexto de bajas presiones inflacionarias. En ese sentido, en el pasado año 2019 la inflación fue de 3.66 %, por debajo del punto central del rango meta establecido en el Programa Monetario de 4.0% (± 1.0%).
Mercado laboral
Este crecimiento económico ha estado acompañado de una importante mejoría en los indicadores del mercado laboral. De acuerdo a las cifras registradas en la Encuesta Nacional Continua de Fuerza de Trabajo (ENCFT) levantada por el Banco Central se generaron unos 133,713 nuevos puestos de trabajo en el año 2019, alcanzando un total de 889,986 empleos creados durante el período 2012-2019.
Asimismo, la tasa de desocupación abierta, es decir las personas que están buscando activamente trabajo, cerró el último trimestre del año 2019 en 5.9 %, reduciéndose significativamente con respecto al nivel de 6.5 % registrado en julio-septiembre 2019, manteniéndose la desocupación abierta por debajo del promedio de los países de América Latina y el Caribe según los últimos datos disponibles de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que la ubican en torno a 8.0 %.
Sector externo
Los logros alcanzados en términos de la economía nacional se han complementado con un excelente desempeño del sector externo. En ese tenor, al cierre de 2019 la cuenta corriente de la Balanza de Pagos presentó un déficit de apenas 1.4 % del PIB, similar al del año 2018 y por debajo del promedio histórico de la última década. Este comportamiento se explica por un aumento en las exportaciones nacionales, principalmente de oro; por una moderación en los precios internacionales del petróleo y por un aumento significativo de las remesas, factores que compensaron, en gran medida, los menores ingresos del sector turismo, que se vio afectado por la difusión de noticias negativas en medios internacionales.
Específicamente, las exportaciones nacionales crecieron 8.7 % interanual, destacándose las exportaciones de oro que registraron una expansión de 13.5 % (US$183.7 millones) durante 2019. Asimismo, el país recibió remesas por US$ 7,087.2 millones (9.1 %), un notable aumento de US$592.8 millones con respecto a 2018.
Por otro lado, los ingresos por turismo alcanzaron US$7,468.1 millones en enero-diciembre 2019, recibiendo más de 7.5 millones de visitantes, entre pasajeros aéreos y cruceristas. Este resultado implicó una disminución respecto al año anterior de un 1.2 %, unos US$92.6 millones menos.
En cuanto a la inversión extranjera directa, la misma cerró el año 2019 en US$3,012.8 millones, lo que significa un incremento de un 18.8 % con respecto al año anterior. Cabe destacar que este nivel de IED financia más de dos veces el déficit de cuenta corriente de US$1,204.9 millones, con influjos de divisas con vocación de permanencia en el largo plazo y reafirma que nuestro país se mantiene como un destino atractivo para los inversionistas extranjeros.
Resulta importante destacar que los ingresos de divisas a la República Dominicana durante el año 2019, por concepto de exportaciones de bienes, turismo, remesas, inversión extranjera directa y otros ingresos por servicios ascendieron a US$30,626.0 millones, lo que representa unos US$1,404.8 millones adicionales con respecto a 2018.
Este notable desempeño en los ingresos de divisas facilitó la acumulación de reservas internacionales, las cuales alcanzaron US$8,781.8 millones al cierre de 2019, aproximadamente un 10 % del PIB, que sería el nivel óptimo de acuerdo al FMI. Es importante señalar que, este nivel de reservas, equivalente a una cobertura de 4.9 meses de las importaciones, es el más alto alcanzado para un cierre del año en la historia del Banco Central.
En cuanto a las importaciones totales, en el 2019 terminaron en US$20,288.0 millones, con una disminución de -0.4 % respecto a 2018. Este resultado obedece básicamente al descenso de US$185.0 millones (-5.0 %) en la factura petrolera al compararla con la del año anterior, como consecuencia de precios internacionales del petróleo más bajos. Por su parte, las importaciones no petroleras se expandieron en 1.6 % en el durante el año 2019, en consistencia con la evolución de la demanda interna.
Por otra parte, un aspecto relevante a destacar es la estabilidad relativa del tipo de cambio mostrada durante el año 2019, con un Tipo de Cambio Real alineado con los fundamentos macroeconómicos. En este sentido, la depreciación nominal acumulada al cierre de 2019 fue de 5.1% con respecto al cierre de año del 2018.
Indicadores sistema financiero
En apoyo a la actividad económica, el país cuenta con un sistema financiero caracterizado por sus adecuados niveles de liquidez, solvencia y rentabilidad, así como el bajo nivel de riesgo de su cartera de créditos. Según las últimas cifras disponibles de la Superintendencia de Bancos, a septiembre de 2019, el coeficiente de solvencia se ubica en 17.2 %, superior al coeficiente mínimo de 10.0 % requerido legalmente. Asimismo, a diciembre 2019, el sistema financiero en su conjunto presenta una rentabilidad sobre el patrimonio promedio (ROE) de 19.0 % y sobre los activos (ROA) de 2.3%, así como un índice de morosidad de apenas 1.6 %, con provisiones superiores al cien por ciento.
En cuanto a la banca múltiple se refiere, que representa el 87.0 % del sistema financiero nacional, la solvencia fue de 15.6 %, la rentabilidad del patrimonio 21.5 % y sobre los activos 2.3 %, así como la morosidad de su cartera de créditos de 1.5 %.
Finalmente, el Banco Central de la República Dominicana reafirma su compromiso con el mantenimiento de la estabilidad macroeconómica, a través de la conducción de una política monetaria hacia el logro de su meta de inflación. En ese sentido, la institución permanecerá dando seguimiento al desenvolvimiento del entorno internacional y a los factores de incertidumbre que pudiesen gravitar sobre la economía dominicana, encontrándose preparado para continuar reaccionando de forma oportuna ante cualquier evento que pudiese generar presiones inflacionarias y afectar el crecimiento económico.