La falla de San Andrés y la posibilidad de terremotos devastadores en California
Richard Aster, profesor de geofísica de la Universidad Estatal de Colorado (EE.UU.), ha advertido sobre la posibilidad de una serie de terremotos devastadores en California, instando a estar preparados para lo peor.
La inevitabilidad geológica de los terremotos en California
Según Aster, los terremotos en California son una “inevitabilidad geológica” debido a la ubicación del estado sobre la intersección de la placa tectónica de América del Norte con la del Pacífico, y la presencia de varios sistemas activos de fallas. Aunque California ha experimentado una “sequía de terremotos” de alta magnitud, la falla de San Andrés se encuentra en un estado de estrés suficiente para producir “eventos grandes y dañinos”.
Preparación y respuesta ante eventos sísmicos
El Gobierno californiano ha desarrollado una cultura sísmica que incluye simulacros, kits de emergencia y planes de acción para estar preparados ante posibles terremotos. Además, se han implementado avances en detección, protocolos de respuesta rápida y alerta temprana.
La imprevisibilidad de los terremotos
A pesar de los avances tecnológicos que permiten detectar fenómenos sísmicos minutos antes de que ocurran, no es posible predecir con precisión el tiempo, la ubicación y el tamaño de los “grandes sismos individuales”. La interacción de tensiones y fallas es “tremendamente caótica”, lo que dificulta la predicción de estos eventos.
Desafíos ante eventos sísmicos prolongados
California ha implementado códigos de construcción antisísmicos y planes de emergencia que han contribuido a limitar el número de víctimas en terremotos pasados. Sin embargo, la verdadera capacidad de respuesta se pondrá a prueba en caso de un evento sísmico prolongado a lo largo del sistema de fallas de San Andrés. Los niveles de daños y víctimas en estos casos son difíciles de proyectar y dependen de la gravedad de los peligros asociados, como derrumbes e incendios.
Los terremotos en California generalmente ocurren sin advertencia inmediata, lo que resalta la importancia de la preparación continua y la asignación de recursos para la mitigación de riesgos. Esto plantea serios desafíos para las autoridades y la población en general.