Fausto Miguel Cruz de la Mota, confeso asesino del ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales Orlando Jorge Mera, fue condenado la noche de este miércoles a la pena máxima del país, que son 30 años de cárcel. También deberá pagar a los familiares de la víctima 50 millones de pesos como compensación.
Keyla Pérez Santana, Elías Santini y Arisleidy Méndez, jueces del Cuarto Tribunal Colegiado de la Cámara Penal del Distrito Nacional, acogieron la petición de condena a 30 años planteada en sus conclusiones y presentación de pruebas del Ministerio Público.
Los magistrados consideraron que el crimen fue un asesinato, porque fue premeditado, al decir Cruz de la Mota días antes, que iba a matar Jorge Mera.
El Ministerio Público, en sus conclusiones de defensa, sustentó una serie de evidencias que incluyeron 10 testigos, documentos y pruebas materiales, como el arma de fuego utilizada para ultimar el funcionario.
Durante el juicio de fondo, “Carandai”, con se le apoda, se mantuvo diciendo que solo hizo tres disparos contra el funcionario, quien era su amigo. Sin embargo, este miércoles el Ministerio Público llevó peritos de la Policía Nacional que afirmaron que en la escena del crimen, el despacho de Jorge Mera en el Ministerio de Medio Ambiente, se realizaron 13 disparos. Los testigos plantearon que Fausto Miguel Cruz de la Mota utilizó una pistola Tauro 9mm cuyo cargador toma 15 balas.
La lectura íntegra de la sentencia será ofrecida por el tribunal el próximo 18 de mayo.
El día en que ocurrió el hecho
La mañana del 6 de junio del año 2022, el alto dirigente del Partido Revolucionario Moderno (PRM), delegado político de esa organización ante la Junta Central Electoral (JCE) y ministro de Medio Ambiente, Orlando Jorge Mera, murió tras recibir múltiples disparos de su “amigo personal” Fausto Miguel Cruz de la Mota, luego de éste entrar a su oficina.
La noticia estremeció la sociedad dominicana y sembró el pánico en la sede del Ministerio de Medio Ambiente, donde personas saltaban por las verjas porque temían que el autor del hecho siguiera disparando.
Tras la escena, Fausto Miguel Cruz salió corriendo por los pasillos del edificio y recorrió en un motoconcho varios kilómetros hasta a la Parroquia Sumo y Eterno Sacerdote, del sector Renacimiento, en el Distrito Nacional, donde confesó al padre José Arismendi de León Helena: “maté a una persona”, y le entregó el arma homicida.
Hasta el templo llegó la procuradora adjunta Yeni Berenice Reynoso; el mayor general director de la Policía Nacional, Eduardo Alberto Then, y el general Amauri Tejada Cruz, titular de la Dirección Central de Investigación (Dicrim). Bajo un fuerte contingente policial y militar el asesino fue conducido a la cárcel.
“Cerramos un capítulo”
“Hoy cerramos un capítulo de este proceso, reiterando que cuando fallece un familiar, sobre todo cuando fallece de esta manera, el dolor no se supera, pero al cerrar esta etapa, concluimos este proceso, hemos continuado como él lo hubiese querido”, expresó tras la sentencia, Orlando Jorge Villegas, hijo del fenecido ministro.
De su lado, Dilia Leticia, única hermana de Jorge Mera, manifestó: “Es en cierto punto reconfortante saber que al menos aquí en la tierra se está haciendo justicia en estos momentos, Orlando como dije ahí, ya no está físicamente con nosotros, pero permanecerá siempre en nuestros corazones, en nuestro accionar, manteniendo en alto nuestra frente como siempre lo hemos hecho como familia y así seguiremos haciendo, honrando su memoria, y la memoria de mi papá Salvador Jorge Blanco y de mi madre Asela Mera de Jorge”.
Sobre la compensación económica de RD$50 millones que el tribunal, la familia de Jorge Mera ha dicho que donará este dinero. No quiere un centavo de manos del confeso asesino.
La última rendición de cuentas
Miguel Valerio, abogado de la familia de Orlando Jorge Mera, expresó que este caso que terminó con la condena máxima de 30 años de prisión contra el asesino del exministro de Medio Ambiente “es su última rendición de cuentas”.
“Con esta condena se demostró que aquí lo que se detuvo fue un acto de corrupción y tráfico de influencias que pretendía el señor Fausto Miguel Cruz, quien entendía que el Ministerio de Medio Ambiente era de su propiedad”, expresó Valerio.
Manifestó que con esta sentencia se detuvo a un abusador. “Esto sirve para todo el que hace política, que no entiendan que van a ir a exfoliar el Estado”, enfatizó el jurista al salir de la sala de audiencias.
Orlando Jorge Mera no le otorgó a Cruz un permiso a una empresa vinculada con el victimario para exportar cinco mil toneladas de baterías usadas, según lo establecen las acusaciones del Ministerio Público contra el imputado.
El jurista planteó que esta sentencia deja sentimientos encontrados porque hay satisfacción de haber hecho justicia por el exfuncionario.
Lamentó que el condenado no muestre todavía ningún arrepentimiento.