Por Miguel Ángel Cid Cid
El municipio de San Pedro de Macorís es cabecera de la provincia que lleva su mismo nombre. Es la localidad con mayor diversidad cultural entre todos los municipios del país. Y ésta variedad de costumbres se debe a que en ella convergen grupos migrantes de diferentes pueblos del Caribe.
Los pobladores locales llaman con orgullo, La Sultana del Este a San Pedro de Macorís. Cerca de 300 mil habitantes, migrantes en su mayoría, comparten sus culturas en un territorio que supera los 248 Km.2 Éstos migrantes provienen de las islas inglesas del Caribe, de Puerto Rico, de Cuba y del Líbano. Pero los ingleses del Caribe –llamados Cocolos — es el núcleo más importante.
Macorís del Mar, otra manera de llamar a San Pedro de Macorís, en principio eran dos pobladitos llamados Mosquito y Sol. Pedro Carrasco, cura párroco de Hato Mayor, mando construir a distancia prudente de los dos poblados la iglesia dedicada a San Pedro Apóstol. El crecimiento de las aldeas, en consecuencia, se orientó en dirección al templo. Los caseríos se juntaron y los nombres, Mosquito y Sol siguieron la misma suerte, se fundieron en la denominación “Mosquitisol”.
Poco después el poblado pasó a llamarse San Pedro de Macorís, en honor a San Pedro Apóstol y al río Macoríx. En la desembocadura del río había un puerto improvisado por donde llegaban comerciantes, marineros y traficantes de mercancías.
Los primeros migrantes provenientes de los destinos señalados arriba desembarcaron por éste puerto para trabajar en la producción de azúcar en la zona. Antes de finalizar el siglo XIX Macorís del Mar sobrepasaba los siete ingenios. Con todo, San Pedro se convirtió en la capital socioeconómica del Este, más adelante en la meca cultural de la región.
Los ingleses del Caribe –Cocolos le llaman los lugareños– se erigieron en el grupo migrante de mayor impacto cultural en la Sultana del Este. Los Cocolos son los responsables de “Los Guloyas”, la expresión cultural más enraizada en el carnaval de los barrios de la ciudad.
Los Guloyas, conocidos como el Teatro popular danzante Guloyas, en el 2008 fueron declarados por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Se disfrazan con trajes repletos de lazos, espejos y flecos, incluyen una paleta de colores que desborda los limites cromáticos propios de los más renombrados artistas visuales del país. Las coloridas plumas de pavo real están ceñidas a sus cabezas con vendas acordes con sus trajes, simulan las plantas de cañas cultivadas en el batey.
Se hacen acompañar de música folklórica de origen africana. Al ritmo del toque de flautas, cornetas y tambores realizan las danzas dramatizadas, entre éstas se destaca la representación de la historia bíblica del enfrentamiento entre David y Goliat.
El baile consiste en hacer movimientos de las piernas, levantando las rodillas hasta el pecho y dejarlas caer nuevamente hasta el piso. La cabeza y el cuerpo se mueven en forma de ondulaciones de arriba hacia abajo y vice berza. Con la danza imitan los movimientos de las matas de cañas al ser sopladas por el viento.
La Cueva de las Maravillas
La Cueva de las Maravillas está compuesta por formaciones geológicas y arte rupestre únicas en el país. Esta condición la convierte en la base del primer museo de arte rupestre de las Antillas.
La cueva está ubicada en la Carretera San Pedro de Macorís–La Romana, a una profundidad de 25 metros bajo tierra, entre los ríos Soco y Cumayasa. En ella se exhiben más de quinientas pictografías de gran valor estético y arqueológico. Para facilitar el acceso a las personas con limitaciones físicas ha sido habilitado un sendero de 240 metros lineales, rampas especiales, un ascensor moderno y un sistema de iluminación excelente.
Los taínos que poblaron la zona hace unos ochocientos años dejaron en la Cueva de las Maravillas cientos de petroglifos, pictogramas y grabados creados por ellos. En las excavaciones realizadas han encontrado restos arqueológicos y huesos humanos que datan de hace 4 mil años o más.
Otras expresiones culturales de San Pedro
La gran cantidad de manifestaciones culturales presentes en Macorís del Mar obligan a limitar las reseñas siguientes a simples enunciados. Esto no quiere decir que las que siguen sean menos importantes que las descritas arriba. Entre ellas tenemos:
La Cueva de los Murciélagos donde pueden encontrarse diferentes especies de los mamíferos voladores. Así como reptiles, sapos y arácnidos mutantes.
Aparte del museo de Arte Rupestre en la Cueva de las Maravillas están: el Museo Centro Histórico Ron Barceló, el Museo de Historia de San Pedro de Macorís y el Museo Cultural San Pedro.
Existe una red de bibliotecas para reforzar los museos de la zona, las más importantes son: la Biblioteca Cultural de la Juventud, la Biblioteca Ateneo Macorís y la Biblioteca de la Universidad Central del Este (UCE). A éstas se le suman el Centro Cultural Macorisano y el Monumento a la Cultura.
Para completar la danza los Guloyas está el licor Guavaberry. Tienes que probar un trago.
El Guavaberry es un licor elaborado con frutos de arrayán, un árbol que madura en otoño, por ésta razón la bebida se asocia con la Navidad. Se prepara mezclando arrayán con ron, frutas deshidratadas, especias –dependiendo de la procedencia de la familia cocola que lo prepare– se usan, además, canela, jengibre y vainilla.
El arrayán crece de forma silvestre en San Pedro de Macorís. En otros países se le conoce como cabo de chivo, escobillo, guayabillo, mije, mijo, mizto o murta y en inglés como Guavaberry.
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