Santo Domingo, RD.- Durante sus 32 años al frente de su programa de investigación Nuria, que se transmite por Color Visión, la comunicadora Nuria Piera revela los momentos de más felicidad, pero sobre todo, los peligros que ha tenido que afrontar, incluso, varias amenazas de muerte.
En una extensa entrevista, la comunicadora dijo sentirse feliz de sus logros como profesional, pero que sufre cuando por un caso de los que ella realiza un funcionario es destituido y va a la cárcel, debido a que se trata del fracaso de un profesional por sus malas acciones.
¿Cuándo iniciaste con tu programa?
Yo inicié el 17 de enero de 1987. Ya tengo 32 años y recuerdo que solo me daban tres meses de duración, porque mucha gente no creía en ese proyecto.
¿Cómo te manejas en la calle con tantos enemigos que se han generado por tus denuncias?
Siempre con mucho cuidado. Trato de cuidarme cuando voy a una actividad social, donde pueda encontrarme con personas a las que haya hecho un reportaje que no les haya favorecido.
Por eso me limito a mi entorno social familiar, para evitar situaciones desagradables. Una vez me pasó que fui a una reunión de una familia en un pueblo y me encontré allí con un político al que le había hecho un reportaje.
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Cuando me vieron se armó un corre, corre y tuve que salir de ahí de inmediato. Por eso casi no salgo y tengo mi gente con quienes compartir.
¿Has sido amenazada de muerte alguna vez?
Bueno, yo he tenido varias amenazas, pero la que más recuerdo es porque fue las más verosímil, bien planificada y sobre todo bien estructurada.
A mí me llamó la persona (el sicario) que había recibido la orden de hacerlo y cuando se dio cuenta que era yo entonces no lo hizo.
Él me informó quién lo envió, dónde iba a ser y cuánto le iban a pagar. Pero la orden no era matarme, sino darme un balazo en la columna vertebral que me dejara inválida.
Cuando alerté a las autoridades comprobaron que los hechos eran ciertos. He tenido otras experiencias en ese sentido y una muy mencionada fue una denuncia que hizo el senador Winston Guerrero.
Él me llamó para alertarme, y esa fue otra que se hizo público.
Dos o tres veces me han tenido que enviar seguridad y en otras ocasiones he tenido que contratarla de forma privada.
¿Has tenido acercanmiento con algún partido político?
Yo he tenido buenos amigos dentro de todos los partidos. Pero cuando un partido está en el poder se me asocia a la oposición.
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Cuando estaba en el gobierno el Partido Reformista decían que yo era del PRD, luego cuando estaba el PRD yo era del PLD y hoy los del PLD dicen que soy de la oposición.
Yo creo que después de 32 años ya la gente no tiene esa confusión, porque he hecho trabajos de denuncias a todos los que han estado en el poder y han hecho cosas malas.
¿Cómo vives el día a día?
Muy sobresaltada, porque cuando no es un caso es el otro y una no sabe lo que le puede venir en un momento dado. Creo que en tres ocasiones me he sentido preocupada por mi seguridad y la de mi familia.
¿Qué sientes cuando es destituido un funcionario por una de tus denuncias?.
En el fondo me siento triste, porque se trata del fracaso de un profesional, y eso no debe de dar alegría. No es que me sienta culpable, porque culpables son ellos, pero como mujer sensible no me regodeo de eso.
No soy una persona que si alguien fue sometido voy a hacer una fiesta y brindar por eso, esa no soy yo.
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Es un momento delicado y por ese proceder hay una familia afectada. Yo lo que hago es plasmar e investigar a la persona y cuando hace lo que hace debe tener una consecuencia de eso. Pero sí te digo que cuando no se logra hay un sentimiento de impotencia.
¿Eres prepotente o exigente?
Mi forma puede parecer prepotencia, pero es exigencia. Yo tengo que ser exigente con los demás, porque soy súper exigente conmigo, lo que quiero es que el trabajo quede profesionalmente bien.
El buen trabajo se consigue con mucha exigencia, poniéndole pasión.
Cuando hablo la gente puede pensar que estoy gritando o que estoy enojada, pero luego que terminamos todos nos abrazamos.
Esa exigencia me ha creado una fama no muy buena, de que es difícil trabajar conmigo y eso no es así. Muchas veces el tono con el que hablo hace que se piense lo que no es.
Entrevista realizada por el periódico El Día