El desafío del desorden migratorio en la frontera dominico-haitiana
Una frontera porosa y descontrolada
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El desorden migratorio en la frontera entre la República Dominicana y Haití revela la incapacidad del gobierno para controlar el territorio compartido en esta isla de apenas 48 mil kilómetros cuadrados. La frontera entre ambos países es prácticamente inexistente, permitiendo un flujo constante de personas de un lado a otro.
La situación en diferentes puntos fronterizos
En lugares como AnSa Pitre y Pedernales, la frontera es apenas simbólica, con un hilo de agua como única separación. En Jimaní, la presencia de una oficina de aduanas no impide que los ciudadanos crucen el lago que comparten ambos países. El lago Azuey, también conocido como Lago del Fondo, es el segundo cuerpo acuífero más grande de la isla.
Desafíos en Elías Piña
En Elías Piña, la escasa vigilancia militar permite que los haitianos crucen la frontera con facilidad en busca de una vida mejor. La “tierra de nadie” en muchos puntos de la frontera dificulta el control migratorio.
Soluciones más allá de lo militar
La solución al desorden migratorio no radica únicamente en medidas militares. Es necesario implementar políticas económicas y sociales que fomenten el desarrollo en los pueblos fronterizos y generen oportunidades de empleo. Atraer inversionistas, estimular la migración de calidad y promover la organización social son clave para abordar este desafío.
El camino hacia una frontera controlada
Establecer un programa de desarrollo social en los pueblos fronterizos, fomentar la pesca como una industria sostenible y promover la cooperación entre los habitantes de la zona son pasos fundamentales para controlar el flujo migratorio. Solo a través de acciones concretas y transparentes se podrá enfrentar con éxito este desafío.
En última instancia, es necesario recordar que la transformación comienza con una idea. Siguiendo el ejemplo de países como Israel, donde lo imposible se convierte en posible, la República Dominicana puede superar el desorden migratorio en su frontera con Haití.