Por Luis González Fabra
En nuestro país ocurren cosas hasta cierto punto extrañas por lo contradictorias que son.
Mientras el gobierno afirma, por boca de nada más y nada menos que del Presidente de la Republica, que un millón 200 mil personas ha salido de la pobreza, un trabajo periodístico bajo la firma de Leonora Ramírez dice que el flujo migratorio de los dominicanos hacia el exterior no se detiene.
Datos interesantes sobre la migración dominicana
Salen a relucir datos interesantes. Citando el estudio “Perfil Migratorio de Republica Dominicana” se establece que entre el año 2000 y el 2015 la migración de dominicanos hacia otros países aumento en un cincuenta por ciento pasando de 880,284 a un millón 304,493 personas.
Y entonces uno se pregunta cómo es posible que en un país donde la economía ha alcanzado un crecimiento de hasta un siete por ciento y que para este año se estima lo hará en poco más de un cinco por ciento además de tener tanta gente saliendo de la pobreza, una cantidad tan grande de personas haya escogido salir del mismo para buscar mejor vida en tierras extranjeras.
Destinos de la migración dominicana
- Estados Unidos: 940,874 dominicanos
- España: 151,369 dominicanos
- Puerto Rico: 57,891 dominicanos
- Italia: 42,269 dominicanos
- Venezuela: casi 15,000 dominicanos
Solicitudes de asilo
Hay otro grupo de dominicanos que ha recurrido al Alto Comisionado para Refugiados de las Naciones Unidas pidiendo se les consiga refugio en otro país. Esa organización ha recibido 6,482 solicitudes de asilo para Argentina, Brasil, Francia, Grecia, España y los Estados Unidos.
Y aunque según el trabajo a que hacemos referencia la mayoría de esas solicitudes han sido rechazadas, llama la atención que en un país con la abundancia que tiene el nuestro, según las estadísticas oficiales y declaraciones de funcionarios del gobierno, tantos ciudadanos busquen fórmulas y subterfugios para escapar de este paraíso terrenal con excelente crecimiento económico y una abundancia de empleos que es ejemplo para América.
Contradicciones en la seguridad y defensa
Otra de las grandes contradicciones y que más extrañeza nos causa es que los dominicanos pagamos al erario millones y millones de pesos cada mes para mantener cinco brigadas de infantería, dos bases navales, una base aérea grande en San Isidro, un comando aéreo en Santiago, entre otros.
Con todo ese poderío y la gran inversión que hacemos, no podemos controlar el ingreso de haitianos ilegales por la frontera y de otros extranjeros que llegan por puertos y aeropuertos y se instalan en los poblados cercanos a nuestras playas y allí hacen y deshacen a su antojo.
Además, a pesar de la inversión en seguridad, no somos capaces de combatir con éxito la inseguridad ciudadana permitiendo que la delincuencia se haya adueñado de las calles y los barrios donde la gente humilde que trabaja duro vive en constante desasosiego por temor a la violencia criminal y al bandolerismo.