–¿Usted cree que yo puedo lograr un ascenso? –me preguntó un joven al terminar una conferencia de inteligencia emocional.
Había hablado del tema de la autoconfianza y él estaba buscando subir de posición en la empresa. Evidentemente dudaba de él y de lo que otros pensaran sobre su capacidad. No es raro que si no creemos en nosotros también pensemos que los demás no nos valorarán.
A continuación, hablaré de cuatro áreas de influencia en nuestra vida que nos pueden llevar a que no tengamos la confianza suficiente para saber lo que valemos y de lo que somos capaces.
La publicidad: Abierta y de manera subliminal. Quieren hacernos entender que necesitamos comprar lo que venden para ser, esta es la manera abierta. De forma oculta nos pintan estereotipos que no existen, nos los creemos como ideales y terminamos pensando que es lo que debemos perseguir. Analice primero cuánto nos influencia la publicidad y luego tome la decisión de si quiere vivir persiguiendo esa realidad irreal o si prefiere valorar lo que ha logrado como parte de saber lo que puede alcanzar.
Retos irrealizables: Todos tenemos fronteras. Nos dicen que no las hay, yo considero que sí. Solo que las fronteras de uno no son las del otro. No todos somos iguales. Algunos han logrado hazañas que para otros no son alcanzables, pero esos héroes no pueden hacer cosas que para otros son comunes. Saber que no podemos lograr todo nos debe llevar a concentrarnos en alcanzar lo que sí podemos vivir… aunque otros no nos crean capaces.
Compararnos con otros: Tener una medida no es malo, pero no somos iguales. A quién más nos parecemos genéticamente es a nuestros hermanos, y sabemos que somos tan diferentes. Desde antes de nosotros entender la vida nos están comparando con los demás. Los que sacan buenas notas, los que hacen solo lo que los adultos le dicen que hagan, los buenos deportistas, etc. Compararnos con nuestro progreso es lo más sensato. Saber qué ya logramos y de qué somos capaces es nuestra mejor medida.
Creerle solo a los demás: Nadie nos conoce como nosotros mismos. Quizá podemos complementar nuestra visión con un observador especial. Mirarnos desde fuera puede ayudarnos. Apartarnos de nosotros y analizarnos como un externo nos da otro punto de vista que complementa el interno.
¿Se atreve a subir su autoconfianza?
Por Diego A. Sosa