VISIÓN GLOBAL
Nelson Encarnación
Durante las enésimas discusiones sobre la crisis de Haití en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU), algunos de los intervinientes tuvieron la osadía de acusar a la República Dominicana de servir de canal para el ingreso de armas y municipios que caen en poder de las bandas criminales.
Esa misma mentira repitió luego un funcionario haitiano en el mismo escenario, así como una agencia de la propia ONU, por lo cual el canciller dominicano se vio precisado a desmentirlos en el mismo espacio de discusión.
Aunque nuestro canciller no lo refirió en el momento, lo cierto es que el canal a través del cual se pueden colar armas y municiones con destino al territorio nacional, como tránsito hacia Haití, está cerrado de manera definitiva. Nos referimos a los puertos y aeropuertos.
La mejor evidencia se encuentra en los datos aportados por la Dirección General de Aduanas (DGA), los cuales arrojan que en los últimos cuatro años han sido decomisados alrededor de 4.7 millones de municiones y una importante cantidad de armas de fuego, sin cuyos controles estrictos, esos pertrechos militares habrían ingresado al país.
Esta astronómica cifra, cuya incautación ha funcionado como un mecanismo de seguridad nacional, ha podido ser decomisada en contenedores y otros medios, gracias a la eficiencia con que ha operado la vigilancia aduanal durante la gestión del actual director, Eduardo “Yayo” Sanz Lovatón.
Estas acciones de gran relevancia las resaltamos, dada la repercusión internacional que se deriva de los alegatos maliciosos de quienes nos atribuyen responsabilidades ajenas.
Sin embargo, la impronta de la gestión de Yayo se proyecta en un conjunto de políticas que han impactado de forma significativa, por ejemplo, en la agilización de la desaduanización de mercancías en los puertos, mediante la implementación de instrumentos como despacho en 24 horas, que se traduce en mayor eficacia recaudadora, pero, sobre todo, en beneficio de los importadores.
Esta y otras disposiciones han repercutido en el logro de recaudaciones récords en la historia de la DGA, como haber ingresado más de un billón (español) de pesos en los últimos cuatro años.
Una suma tan respetable como esta ha servido como pilar fundamental en la recaudación de los ingresos que el Gobierno necesita para atender sus múltiples compromisos. Todo esto con absoluta transparencia.